1 Reyes 17:1 “Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.”
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Es un placer estar reunidos en este lugar, para continuar estudiando la palabra del señor, es una bendición total poder compartir estos conocimientos con nuestro prójimo qué está necesitado de una palabra esperanzadora y que los motive a direccionar su vida en el sentido más adecuado, Qué es el camino a la salvación representado por Cristo. Compartamos este material mediante las redes sociales y en todo lugar de la internet, Pero la más importante forma de compartir mostrando un buen ejemplo para que todas las personas sigan a Jesús.
El profeta Elías Tuvo una linda historia toda esta historia, la cual podemos releer en los versos anteriores; sin embargo, ahora en este momento, el profeta se encuentra con el rey acab A quién debía entregarle un mensaje de Dios, porque en aquel tiempo el pueblo de Israel estaba sumido en un gran período de apostasía, ellos sentían gusto por adorar al Dios Baal y algunos otros, dejando de lado al Dios verdadero, entonces cierta vez Dios le comentó al profeta Elías que fuera a hablar con el rey acáb, para que dejaran la apostasía y los amenazó de cierta manera que si no dejaban la apostasía, entonces no iba a llover más en ese territorio. Elías se sintió ofendido anotar la actitud de un Israel, qué despreciaba al verdadero Dios, porqué este pueblo era totalmente idolatra, se olvidaron de las enseñanzas que con tanto amor Dios les había otorgado, los israelitas, se olvidaron de todo lo que Dios hizo por ellos, esa actitud negativa de ese pueblo despertó, aquel sentimiento de decepción que cargaba Elías, y, no lo podía soportar, entonces, hablo con el rey. Esta sequía que propuso Dios, por intermedio de Elías, enseñó a los israelitas sobre quién es el verdadero Dios, y, cuando Dios quiso que lloviera, llovió. Aquí podemos ver que el pueblo prefiere una mentira, repetida 1000 veces, a aceptar una verdad, incredulidad era abundante en aquel tiempo, por tanto, llegó a considerarse al profeta Elías como un mensajero inconveniente. Pero todo eso quedó en el pasado, hoy en día no podemos darnos el lujo de despreciar a Dios, aceptemos a Dios como el único Dios, sigamos sus determinaciones, orientaciones, y, nos irá muy bien.
OREMOS:
Padre Amado, ayúdanos a desenvolver fe en ti, queremos contar siempre contigo, y, agradarte de maneras fascinantes, permite que podamos orientar al prójimo, llevándole tu palabra, otorgándoles un buen ejemplo, y llevándolos a tu Camino de salvación. Colabora con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen