Efesios 2:8-9 ¨ Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios. La salvación no es un premio por las cosas buenas que hayamos hecho, así que ninguno de nosotros puede jactarse de ser salvo. ¨
Amados, comenzar cada día atendiendo a la voz del Padre Celestial, es un gran alimento para el alma, nos orienta a tomar conductas agradables a Dios, y en consecuencia, a mejorar nuestras vidas, lo cual es bueno, pues nos permite brindar al prójimo un buen ejemplo de obediencia a Dios. Cumplamos con lo indicado en Marcos 16:15, y compartamos este material con nuestro prójimo. Vamos a amar al prójimo, evangelizándolo.
Estas palabras son muy claras, Pablo dice ¨Por su gracia sois salvos, por la fe, esto no proviene de nosotros, ni proviene de nuestras buenas obras, para que ninguno pueda jactarse de ser salvo¨, nosotros para alcanzar la salvación, precisamos aprender con Cristo, con su palabra, por mucho tiempo muchos buscan obtener la salvación, pero no la recibimos porque muchas veces no contemplamos la idea de que podríamos hacer alguna cosa para ser dignos, de la bendición de la salvación, a menudo no hemos mirado hacia afuera de nosotros mismos, creyendo que Jesús es el salvador vivo, y, único salvador, no debemos pensar que nuestra gracia y méritos nos salvan, la gracia de Cristo es nuestra única esperanza de salvación, precisamos creer en la promesa, y no aceptar los sentimientos en lugar de la fe, cuando confiamos plenamente en Dios, cuando nos apoyamos en los méritos de Jesús como salvador, que perdona nuestros pecados, para que recibamos toda la ayuda, que queremos y necesitamos, pero miramos hacia nosotros mismos como si tuviéramos poder para salvarnos, que absurdo eso, pero Jesús murió por nosotros, porque somos incapaces de hacer eso, en él está nuestra esperanza, nuestra justificación, nuestro perdón, Jesús es nuestra justicia, no debemos quedar desanimados, temiendo no tener un salvador, o que el no tenga pensamientos de misericordia para con nosotros, ahora mismo creamos que Jesús ahora mismo está continuando su obra en nuestro favor, la misericordia del Señor, la gracia del Padre, ese favor inmerecido que nos es concedido por Dios, para nosotros, impregna toda la biblia, desde el Génesis al Apocalipsis, algunos piensan que la gracia de Dios se manifiesta únicamente en el Nuevo Testamento, pero expresa Isaías 55:7 ¨ Que los malvados cambien sus caminos, y alejen de sí hasta el más mínimo pensamiento de hacer el mal. Que se vuelvan al Señor, para que les tenga misericordia. Sí, vuélvanse a nuestro Dios, porque él perdonará con generosidad.¨, de acuerdo a este versículo es necesario abandonar los malos pasos, y volver al Señor, el va a perdonarnos con certeza, lo difícil no es alejarse de Dios, lo realmente complicado es volver a el. Nuestro Padre Celestial nos ama, y tiene los brazos abiertos para recibirnos en cualquier momento, pero ocurre que nos resistimos al Señor, somos duros de corazón, por eso lo más difícil no es alejarse de Dios, sino retornar a Dios, ojala que esta no sea nuestra experiencia, sino por el contrario, que podamos regresar con facilidad a Dios, apegarnos y jamás volver a alejarnos.
OREMOS:
Padre Amado, te alabamos porque en tu infinita gracia y misericordia, Jesús descendió y murió en nuestro lugar para salvarnos del pecado, ayúdanos a aceptar tu gracia. Queremos ser siervos agradables a ti, y, cumplir tus mandatos. Permítenos brindar un buen ejemplo de obediencia a tu mandato. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén