Juan 4:23 “Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. ”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. Un buen habito es el de estudiar diariamente la biblia, debido a que ella presenta la influencia de Dios, es algo semejante a oir su voz dándonos consejos para una mejor vida, y que seamos llenados de bendiciones.
El verdadero significado de adoración, no es algo como levantar las manos en los cultos, dar ofertas, ir a la iglesia, diezmar, cantar, pero esas no son las únicas maneras de adorar, para el diccionario de la lengua española, adoración puede ser definida de varias maneras, siendo estas: Veneración, culto que se le rinde a algo o a alguien que se considera una divinidad, puede ser también, amor excesivo, en el texto que traemos a la reflexión podemos percibir que el asunto es de vital importancia, ósea, de profundo interés para Dios, el texto afirma que el Padre está en búsqueda de sus adoradores, y ellos tienen dos características, ellos adoran en espíritu y en verdad, pero eso tiene un significado especial. La palabra adoración, utilizada por Juan en el texto de hoy, ella manifiesta el acto de lanzarse, de postrarse a los pies, no como mero ritual religioso, pero si como siendo la cosa mas importante de la vida, por eso el uso del término espíritu, en esta traducción tiene su verdadera base en aquello que Dios es y no apenas en un simple interés, adorar en espíritu y verdad es rendirse a la voluntad de Dios, de una forma racional, consiente y verdadera, es buscar convivir de acuerdo a la voluntad de Dios, por esencia y convicción, tengamos claro que adorar es rendirse a la voluntad de Dios y que debemos llevar una vida en la verdadera adoración y no en ritos.
OREMOS:
Padre de amor, ayúdanos a comprender el verdadero significado de lo que implica realizar una genuina adoración, contribuye con nosotros siempre porque queremos ser mejores siervos cada vez. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen