1 Pedro 3:12 ¨ Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. ¨
Amados, esa iniciativa de compartir estos materiales es muy buena, porque revela que todos estamos comprometidos en llevar la palabra y el mensaje de salvación a todos nuestros seres queridos y bendecir al prójimo, esta actitud es agradable a Dios y seguramente nos bendecirá por haber tomado la actitud correcta. Continuemos avanzando.
Es por la naturaleza, la santa biblia, y, por las providencias de Dios, es que Dios habla con nosotros, habla con el ser humano, pero eso no es suficiente, nosotros requerimos entregar a Dios nuestro corazón, reaccionar delante de aquello que el Señor nos presenta y nos ofrece con la finalidad de que tengamos vida y energía espiritual, nosotros requerimos tener una relación viva con nuestro Padre Celestial, podemos tener nuestra vida atraída hacia él, podemos meditar en sus obras, en su misericordia, sus bendiciones, en el sentido más amplio eso no es comulgar con él, para tener realmente una comunión con Dios, debemos tener algo que decirle sobre nuestras vidas, y allí entra el aspecto de la oración, la oración es el abrir del corazón hacia Dios, como un amigo, no es que eso sea requerido para que Dios sepa quiénes somos, o lo que pensamos, pero nos habilita para recibir a Dios, la oración no hace a Dios descender hacia nosotros, pero nos eleva a su bendita presencia, cuando Jesús estuvo en la tierra el enseño a sus discípulos a orar, el los instruyo a presentar sus necesidades diarias a Dios, y a echar sobre él todas sus preocupaciones, la certeza que el Señor nos da es que nuestras oraciones, serán oídas, cuando oramos con sinceridad y con fe, el propio Jesús durante su estadía en la tierra el permanecía en oración constante, Jesús se identificó con nuestras necesidades y debilidades, al punto de convertirse en un suplicante, buscando en el Padre nuevas fuerzas, para que el pudiera ser fortalecido, y enfrentar sus desafíos, que fueros tantos, nuestro Padre celestial, desea derramar sobre nosotros la plenitud de sus bendiciones, y es nuestro privilegio beber de esa fuente de amor ilimitado, es sorprendente notar como las personas oran poco, precisamos orar un poco más, porque eso es importante para nuestras vidas, entonces, la invitación que el verso nos hace hoy, es a que oremos un poco más y mantengamos relación de intimidad con Dios.
OREMOS:
Padre Amado, gracias por tus enseñanzas, y, por tu disposición a estar con nosotros, permítenos orar un poco más y cultivar una relación plena contigo, pues queremos ser siervos agradables a ti. Permítenos brindar un buen ejemplo de obediencia a tu mandato. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén