Juan 18:36 “Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, las misericordias de Dios que cada día se renuevan, nos otorgan la oportunidad de continuar perfeccionando nuestra conducta por medio de la reflexión en la palabra bíblica que nos orienta en rumbo exacto a seguir en el camino a la salvación. Compartamos el mensaje.
Hoy vamos a referirnos a los últimos días de Jesús en la tierra, él había sido entregado por Judas Iscariote en el Jardín Getsemaní, y ahora se encontraba delante de Pilatos y delante de una pregunta hecha dio la respuesta contenida en este versículo que hoy estudiamos. Muchos pensaban en Jesús como rey de los judíos de una forma literal, ellos veían en Cristo un libertador político y militar que daría a los judíos la victoria sobre la opresión Romana, eso era una amenaza tanto para los líderes religiosos Judíos y su autoridad, como para Roma y su gobierno sobre los judíos, pero Jesús esclarece ¨ Mi reino no es de aquí ¨, y ¿si no es de aquí de donde es?, eso Jesús lo dejo claro cuando por ejemplo en muchas de sus parábolas, el comenzaba diciendo así: ¨ El reino de los cielos es semejante a ¨, Jesús enseño a sus discípulos a orar por la venida del reino, su evangelio era la buena nueva del reino, sus discípulos eran los hijos del reino, el Padre tuvo el placer de darles el reino que ellos heredarían, y Jesús envió a los doce para predicar el evangelio del reino de Dios, reino ese que se aproximaba, Dios vino para liberar a su pueblo, de una opresión mayor que apenas la de los romanos, el quiere reinar y quería reinar en un trono mayor que el que cualquier imperio puede ofrecer, Dios quiere reinar en el trono de nuestros corazones, lo que Jesús quería decirle a Pilatos fue más o menos así: ¨ Puedes pensar que estas destruyendo mi reino, pero mi reino es eterno ¨, esta palabra de hoy nos invita a tener una vida de tal forma que expresemos ¨Mi reino no es de aquí ¨ y que cada decisión o acción que hiciéremos hoy pueda recordarnos que somos súbditos del reino de los cielos, cuyo rey es el Señor de los Señores, es un privilegio formar parte de ese reino, hoy el reino de Dios podemos decir que es el reino de la gracia, invisible a los ojos, pero un día vendrá el reino de la gloria el cual será visible completamente, algo indescriptible e inimaginable, grandioso por demás. Dios nos bendecirá.
OREMOS:
Padre querido, permítenos vivir hoy en el reino de tu gracia, permítenos también disfrutar d esa maravillosa relación contigo, para que hoy podamos ser ciudadanos de tu reino de gracia y posteriormente cuando llegue el reino de la Gloria podamos ser ciudadano de el también.. Es nuestro clamor hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.