21 de Enero: Reprensión

1 Samuel 3:11-13 ¨ Y Jehová dijo a Samuel: He aquí haré yo una cosa en Israel, que a quien la oyere, le retiñirán ambos oídos. Aquel día yo cumpliré contra Elí todas las cosas que he dicho sobre su casa, desde el principio hasta el fin. Y le mostraré que yo juzgaré su casa para siempre, por la iniquidad que él sabe; porque sus hijos han blasfemado a Dios, y él no los ha estorbado. ¨

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Bienvenidos en este día a nuestra reflexión cotidiana, gracias a ella podemos estar atentos a dar cumplimiento a la voluntad de Dios, vamos a continuar estudiando, y, creciendo en este sentido, para brindar un ejemplo de sometimiento y obediencia a la voluntad del Padre Celestial. Compartamos este material.

 

 

Esas palabras contenidas en el texto bíblico, fueron dichas por Dios, a un muchacho llamado Samuel, que estaba siendo preparado por el propio sacerdote Eli, para ser un líder del pueblo de Dios, para ser un sacerdote, y, Dios le dijo al joven Samuel, que era un muchacho puro y sincero, de que el iría a cumplir la palabra que él había dicho, al sacerdote Eli, de que su casa seria penada por la inequidad que el sacerdote Eli, bien conocía porque sus hijo trajeron maldición sobre si, y, él no los reprendió, Eli era un buen sacerdote, pero no fue un buen padre, no tuvo el coraje de reprender a sus hijos, cuando era necesario, el permitía a los hijos, aquello que el sab que Dios prohibía, y, estamos viviendo en un tiempo de padres sobreprotectores, y, permisivos, que no se dan cuenta que con esa conducta están dañando a los hijos, que necesitan crecer, y, desarrollarse a su propio estilo, siendo moldeados por las experiencias personales que les proporciona la vida, pero los padres actuales no reprenden a sus hijos, los intentan proteger demasiado, esos padres están en falta delante de Dios. Se establece, en el libro de proverbios 13:24 ¨ El que detiene el castigo, a su hijo aborrece; Mas el que lo ama, desde temprano lo corrige.¨, la vara aquí, es la actitud de corregir al hijo, de disciplinarlo, en este sentido, quien no corrige a su hijo, no lo ama, siendo que quien deja de disciplinar a su hijo, refleja maldad para con el mismo, porque algunos padres no reprenden a sus hijos para evitar situaciones desagradables, pero realmente demuestran falta de amor por él, porque cuando el hijo anda por el camino errado, el va a sufrir después, pero por comodidad, por conveniencia, evita corregir a un hijo, que requiere corrección, que con sus actos está revelando la necesidad de ese gesto de amor. La invitación aquí, es a reprender a nuestros hijos, a nuestro prójimo, a nuestros hermanos, de manera sutil porque la reprensión es un acto de amor.

 

 

 

OREMOS

Padre Querido, condúcenos, y, coloca las palabras y actitudes adecuadas en nosotros, para poder reprender a quien debamos brindar este acto de amor, pero de una manera sutil., ayúdanos a avanzar. Contribuye con nosotros siempre. Son peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.

Amén

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