1 Samuel 1:10 ¨ ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente.¨
Amados, que la Paz de Dios este con todos. Nuestro Padre Celestial es maravilloso, siempre nos acompaña, y, nos favorece, solo precisamos ser obedientes a sus mandatos, practicar en nuestras vidas sus instrucciones, así podremos ser bendecidos, y, brindaremos testimonio de la presencia de Dios en nuestras vidas, logrando que esto motive a nuestro prójimo a seguir el camino a la salvación. Compartamos este material.
Posiblemente hemos pasado por algo similar, momentos que han sido difíciles, en donde hemos orado al Señor, pero también hemos llorado bastante, hay muchas músicas en las producciones cristianas, donde se dice que ¨Llorar también es orar¨, muchas veces lloramos más de lo que oramos, cuando nos colocamos en la presencia del Señor y nuestra alma esta amargada, ella Ana se sentía así, ella era una mujer casada, pero era estéril, en aquella época en el contexto judaico una mujer que no consiguiera generar hijos era despreciada por la sociedad, era conocida como ¨Mujer seca¨, mujer improductiva, algunos hasta pensaban que la mujer no podía generar hijos porque de alguna manera estaba siendo castigada o maldecida por Dios, una idea totalmente absurda, y, el esposo de Ana tenía otras esposas, ello era permitido en aquella cultura, y, una de ellas que tenía hijos humillaba a Ana todo el tiempo, por eso Ana estaba como dice el texto amargada, y ella oro al Señor, y, lloro mucho, y, Dios escucho su oración, y, ella tuvo varios hijos, uno de ellos fue Samuel, un notable y valeroso hombre de Dios, y, en su oración, Ana dijo ¨Señor si me dieras un hijo, que sea varón lo dedicare a ti¨, el otro día, alguien escribió: ¨El sí de Dios bendice, el no de Dios protege, la espera de Dios prepara¨, el Señor en su inmensa sabiduría, puede responder a nuestras oraciones con Si, No, o, Espera, pero en todo tiempo e independientemente de la respuesta Dios está actuando para nuestro bien, para nuestra felicidad, así nosotros al principio no comprendamos, alguien dijo aso: ¨Ora, que mejora¨, Ana oro, abrió su alma, y sus peticiones fueron satisfechas, oremos nosotros también, para que nuestras peticiones sean atendidas, con certeza Dios va a bendecirnos.
Oremos:
Amado Padre, venimos llenos de gozo, para llenarnos de tus lecciones de amor, ayúdanos a comprenderlas, y, a aplicarlas en nuestras vidas, que podamos brindar un buen ejemplo al prójimo, motivando a otros a cumplir tu voluntad en todo tiempo. Así pedimos, en nombre de Jesús.
Amen.