Mateo 24:37-39 ¨ Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre. ¨
Amados, si nos mantenemos del lado de Dios, cumpliendo a su voluntad, llevando un buen ejemplo al prójimo, y, predicando sin cesar, la palabra de Dios, contaremos con el favor del Padre Celestial, nos mantendremos firmes en la vida, y, andando el camino a la salvación. Compartamos este material.
En este texto bíblico, Jesús está haciendo un paralelismo, entre el evento de su segunda venida, y, el evento del diluvio, la idea es que como el diluvio llego de manera inesperada, así también, llegara la segunda venida de Cristo, magnifica fue la experiencia de Noé, un hombre que por la fe, andaba con Dios, y, recibió por parte de Dios, la orden, para construir una gran embarcación, para salvación de todos los que creyesen en la palabra de Dios de todo corazón, y, entonces, solo los que estuviesen dentro del arca de salvarían del diluvio, Noe trabajo mucho tiempo en la construcción de aquel gran barco, muchas personas fuera de la familia de Noé, lo ayudaron en la construcción, pero lamentablemente cuando el diluvio ocurrió, solo estaba Noé, su esposa, sus hijos y sus nueras, todas las demás personas que trabajaron con Noé para construir el arca, quienes escucharon al respecto del diluvio que vendría, al principio se sensibilizaron con el mensaje, pero con el tiempo dejaron de creer, guiados por la duda, por la incredulidad, y, cuando el diluvio llego, todos estaban del lado de afuera, todos murieron y se perdieron, Jesús nos dice que estemos atentos, porque así como fue en los tiempos antes del diluvio, donde la gente vivía normalmente en sus actividades, ignorando lo que pronto ocurriría, incrédulas en relación a lo que Dios dijo que habría, hasta que Noé entro en el arca, y, no percibieron, hasta que vino el diluvio, y, se los llevo a todos, así será la venida del hijo del hombre, aquellos que construyeron el arca junto a Noé, pidieron que la puerta del arca fuera abierta, pero el diluvio había comenzado y Noé no podía abrir esa puerta, porque se inundaría el arca, la puerta estaba cerrada por Dios. Y está escrito que cuando Dios abre una puerta, nadie la cierra, pero cuando también Dios la cierra, nadie la abre. Entremos a la puerta de la salvación que es Jesucristo, porque cuando en el santuario celestial, Jesús diga que todo está listo para regresar, y, efectivamente regrese. Allí no habrá oportunidad para rápidas conversiones.
OREMOS
Padre amado, ayúdanos hoy y siempre, a ser más obedientes a tu voluntad, a que practiquemos la buena obra, y, brindemos al prójimo un buen ejemplo sobre la obediencia a tus mandatos. Son las peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.