Lucas 11:13 “ Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan? ”
Amados, que la bendición siempre este presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Hoy nos reunimos nuevamente entorno a la Biblia para nutrirnos de la palabra de Dios, este esta es una forma de honrarlo, glorificarlo y reconocerlo, como lo mejor de nuestras vidas.
Existen muchas preguntas que llegan a un Pastor evangélico para que este las responda, cuestiones del día a día, doctrinarias o de cualquier otro tipo, pero la mayoría de las veces las preguntas se refieren a las cuestiones espirituales, quizá ya nos hallamos preguntado la manera para recibir el Espíritu Santo, y esta es la duda que mas frecuentemente tienen los lectores de la biblia, sin embargo el texto de hoy puede ayudarnos en esa cuestión, en el contexto de este versículo Jesus está presentando a los discípulos, la relación de como se debía orar, y que debían desarrollar esta practica como un habito, al final de su enseñanza Jesus comparo al Padre Celestial con los padres terrenales, y afirmo que si los seres humanos siendo malos aun asi buscan darle cosas buenas a sus hijos, entonces Dios también nos dará cosas buenas, en ese sentido Dios nos dará la presencia del Espiritu Santo, conforme este fuere buscado con insistencia y perseverancia, obedeciendo estrictamente la voluntad de Dios, requerimos pedir en oración por la presencia del Espiritu Santo en todo lugar donde nos desenvolvamos, vamos a pedirlo de todo corazón como el aire que respiramos, de ese modo precisamos del Espíritu,por este motivo vamos a clamar ahora mismo para que Dios derrame el Espiritu Santo sobre nosotros y nos favorezca siempre.
OREMOS:
Padre de amor, que podamos entender que tu palabra es suficiente para dotarnos del conocimiento necesario para poder cumplir tu voluntad. Contribuye siempre con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen