19 de Septiembre: Hijo amado

Marcos 1:9-11 ¨ Aconteció en aquellos días, que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán. Y luego, cuando subía del agua, vio abrirse los cielos, y al Espíritu como paloma que descendía sobre él. Y vino una voz de los cielos que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia. ¨

 

Amados, que la Paz de Dios sea con todos, cuando pensamos en la actividad que desarrollo un Cristo, colgado en la Cruz, pagando por los pecados de la humanidad, podemos percibir que existió en ese momento gran sufrimiento y dolor, pero también observamos que con el pasar de los días aconteció la maravillosa resurrección, materializando así, la victoria del bien. Tomando en cuenta esto, sigamos avanzando, y, siendo mejores siervos, porque inevitablemente vendrán pruebas y sufrimiento, pero para todo eso, Dios de manera anticipada creo sanación, solución, redención. Por tal motivo, confiemos en Dios, el nos bendecirá. Hagamos ahora, como establece Marcos 16:15, y, compartamos este material, para predicar y evangelizar, sin cesar. Vamos adelante. Sin desmayar, porque Dios está con nosotros. Animo.

 

 

Fue hermoso ese momento cuando Cristo fue bautizado, en realidad él no lo necesitaba, porque el bautizo es para pecadores, pero él se bautizó para darnos el buen ejemplo, porque los pecadores están arrepentidos, en búsqueda de Dios, para que los sane del pecado, libertad, una nueva vida, por eso Jesús no necesitaba ser bautizado, porque él no andaba en pecado, pero Cristo decidió bautizarse para darnos un ejemplo bueno, y el texto dice que cuando Cristo fue bautizado, se abrió el cielo, y al Espíritu Santo, bajando como paloma sobre él, y, se escuchó una voz que decía: ¨Eres mi hijo amado, y, en ti me agrado¨. Aquí podemos percibir la presencia del Espíritu Santo, porque cuando Cristo fue bautizado, descendió una paloma, y, desde el cielo se escuchó la voz del Padre. Si nosotros nos bautizamos ya, o, no, debemos observar que ese es un acto de arrepentimiento del pecado, y, el deseo de tener en Dios una nueva vida, si aún no hemos pasado por la experiencia del bautismo, el cielo se abrirá, y, el Espíritu Santo descenderá, para habitar en nosotros, y, el Padre del cielo, nos dirá que ¨SOMOS SUS HIJOS AMADOS¨, el Padre se agrada al ver a sus hijos bautizándose,  porque el bautismo es demostración de arrepentimiento, de aceptación de Jesucristo como nuestro SALVADOR PERSONAL, es por eso que al bautizarnos, el cielo se abre y el Espíritu Santo desciende sobre nosotros, y, el Padre nos llama de Hijos, y, nos expresa su agrado. A manera de conclusión, para este material, expresa: Marcos 16:16, ¨El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.¨,  estas palabras fueron dichas por Jesús, pero el bautismo no nos salva, lo que nos salva es el creer en Jesucristo, y, tenerlo como nuestro único salvador, testimoniemos nuestra creencia en él. Y hagamos la voluntad de Dios.

 

 

 

 

OREMOS

 

Padre amado, venimos a ti llenos de gozo, y, te agradecemos por las bendiciones, todo lo que nos otorgas, nos ayuda mucho, por eso queremos agradecerte, y, demostrarte nuestro amor, cumpliendo tu voluntad, permítenos ser mejores siervos y agradarte siempre. Consolídanos en el bautismo, y, obra para que los cristianos no bautizados, lo hagan pronto. Son las peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amen.

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