2 Corintios 5:20 ¨Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios.¨
Amados que la Paz de Dios sea con todos, somos amados por Dios y eso una bendición, que puede llenarnos completamente. Tomemos acción en este día para servir al prójimo, esa es la verdadera característica que denota amor, y, obediencia a Dios. En varios versículos, y, en general con su ejemplo, Jesús nos indicó, que servir al prójimo, es por excelencia la manera de amar a Dios. Llevemos este mensaje a todo lugar, compartamos este material, y, difundamos bondad por medio del internet, y, las redes sociales, para que usemos todos los medios para alabar a Dios.
La principal función de un embajador, es representar a su patria en el exterior, es deber del embajador, proteger los intereses de su país de origen, en el exterior, así como de sus ciudadanos además de eso, el embajador tiene la función de mediar las negociaciones entre sus países. Cierta vez, el apóstol Pablo, usó una interesante comparación, de la vida de un siervo de Dios, un discípulo, y, el papel de un embajador. En el verso bíblico, que encabeza este material, el Apóstol Pablo se refiere a sí mismo, así como a sus compañeros predicadores del evangelio, como embajadores en nombre de Cristo, Dios los llamo para ser sus representantes en la tierra, con la misión de establecer, una reconciliación entre Dios y la humanidad, quizá nos preguntemos, sobre si ¿Ya existieron embajadores en los tiempos de Pablo?, y, si, fue así, existieron aunque el termino, y, el concepto, puedan haber sufrido alteraciones a lo largo del tiempo. El emperador romano, era una figura muy importante en los tiempos de Pablo, y, el imperio romano era una potencia global, y, siendo así ellos poseían una vasta red de comunicación, entre muchas naciones, y, con muchas personas, y, mientras tanto, los embajadores, que eran llamados delegados, ellos desempeñaban la función de representar los intereses de Roma, y, ser autoridad local, en nombre de sus gobernantes, por medio de ellos eran transmitidos mensajes oficiales, y, negociaciones en nombre de la paz. Veamos, que esa comparación, hecha por el Apóstol Pablo, en el pasado, es extremamente válida en nuestros días también, aquellos que asumen la función de seguir a Cristo, son como los embajadores del cielo, ese tipo de embajador reconoce que es extranjero en este lugar, en este mundo, y, que su verdadera patria, es la Nueva Jerusalén, un hermoso lugar, que está siendo preparado para nosotros. Representemos al Creador, porque la humanidad posee la más importante de las funciones, presentar para el mundo, el amor, la gracia, y, el perdón. Es interesante, pensar que Dios podría haber elegido a los ángeles, para que pudieran realizar esta función, sin duda ellos serian mas rápidos, y, eficaces, que nosotros. Sin embargo, el Señor nos eligió, confiriéndonos el papel de embajadores, sepamos que nuestra función como embajadores de Cristo, es un papel más importante, que el de cualquier embajador, porque nuestra misión es contribuir a transformar vidas, y, esos resultados serán eternos, ¿Qué hemos hecho como representantes de Dios?. Vamos a tomar acción ahora mismo, para cumplir la voluntad de Dios, iniciemos compartiendo este mensaje.
OREMOS:
Padre Amado, ayúdanos a ser portavoces del cielo, a traer a pecadores al arrepentimiento, y, a brindar un buen ejemplo, para llevar a mas almas a los caminos de Salvación. Contribuye con nosotros siempre. Son las peticiones que hoy te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén