Salmos 137:1 «Junto a los ríos de Babilonia, Allí nos sentábamos, y un llorábamos, Acordándonos de Sion.«
Padre Amado, agradecemos por tu misericordia, por tu sabiduria y estos principios eternos que tienen el potencial de transformar vidas hacia un nivel mayor de bendicion, en esta hora llenos de gozo continuamos llevando tu palabra mediante esta via, con el objeto de agradarte y glorificarte, ademas buscamos ganar almas a tus caminos para hacer de este mundo un lugar mejor.
Amados, que la paz de Dios este con todos y siempre seamos bendecidos con abundancia. Este salmo fue escrito por los Judios, el pueblo de Dios cuando ellos llegarón a babilonia, despues de haber sido esclavizados por el gran rey Nabucodonosor y allá en babilonia al llegar ellos compusieron ese salmo, diciendo que al margen de los rios babilonicos ellos se sentaban y lloraban, debido a que babilonia estaba construida entre grandes rios, tenia una tierra fertil, tenian buenas cosechas y mientras los judios caminaban entre las cosechas se les pedia que cantaran las alabanzas que daban en el templo de Sion en Jerusalem, y ellos preguntaron sobre de que forma debian entonar el canto del Señor en tierra extraña, debido a que se encontraban en babilonia, pero ellos afirmaban que algun dia volverian a Jerusalem, y ese dia cantarian nuevamente al Señor. Esta historia nos trae una enseñanza, porque estamos peregrinando en tierra extraña, debido a que un dia Adan y Eva perdieron el Jardin del Eden, pero ese jardin se nos devolvera cuando cristo regrese a la tierra, conoceremos la nueva Jerusalem, esta tierra que hoy conocemos sera hecha nuevamente, viviremos en paz y tranquilidad, esta sera la nueva Jerusalem.
OREMOS:
Padre de amor, ayudanos a entender que existe una patria celestial aguardandonos, un nuevo lugar donde tendremos una mejor vida, incentivanos para tener mejores actuaciones ante las situaciones que se nos presenten, alejanos del mal y permite que obedezcamos con firmeza a tus mandatos. Asi lo pedimos, en nombre de Jesucristo ti hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amén