1 Juan 3:18 ¨ Hijitos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad¨
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Nuestro Padre Celestial, nos ha llamado para hacer cosas buenas andando de su mano, brindar primeramente un buen ejemplo al prójimo, y, continuar cumpliendo la voluntad de Dios, de esa manera podemos llevar a mas almas a los caminos de salvación, y, tener una vida mejor, por tanto practiquemos esa buen actitud. Compartamos este mensaje.
Quizá habremos escuchado la expresión ¨de la boca para afuera, hablo de la boca para afuera.¨, para referirse a una persona que habla sin pensar lo que está diciendo, o, expresándose sin seriedad, el discípulo amado Juan escribió algo importante sobre la diferencia entre decir y deber. Haciendo un llamado a la sinceridad de nuestro dichos. El apóstol tenía una manera graciosa de llamar a sus hermanos de hijitos, esa expresión es hermosa, y, además Juan era anciano, cuando escribió estas palabras, eso explica el hecho de que considerara a todos como hijos, el contexto de este verso es el amor al prójimo, el autor muestra la inconsistencia entre decir que se ama a Dios, pero en la práctica no mostrar amor por el prójimo, con mucho cariño Juan transmite un lindo mensaje, según el cual no debemos amar de la boca para afuera, el amor de la boca para afuera ha sido visto desde la dimensión horizontal que es el amor al prójimo, y, dimensión vertical, que es nuestra relación con Dios, en el Salmo 78: 36-37, se establece: ¨Pero le lisonjeaban con su boca, y con su lengua le mentían, pues sus corazones no eran rectos con el, ni estuvieron firmes en su pacto¨, ese salmo se remonta a los inicios donde el pueblo de Dios, solo se acordaban de él, en tiempo de angustia, pero después se olvidaban de él, así cuando querían algo, alababan al nombre de Dios, pero solo de boca porque el corazón de ellos estaba lejos, y, las acciones que practicaban eran contrarias a los mandatos del Padre, siendo desobedientes, muchos incluso actualmente, dicen amar a Dios para recibir ayuda, y, luego se olvidan de el, muchos dicen amar al prójimo, pero ignoran sus necesidades, Dios no acepta un amor de la boca para afuera, el amor verdadero se ve en hechos y actitudes, Jesús lo dijo claro, que si lo amamos, respetamos sus mandamientos, y, los cumplimos, amar al prójimo solo es posible si antes amamos al prójimo de verdad, y, amar a Dios envuelve obediencia, meditemos en esta pregunta: ¿Nuestras actitudes han reflejado nuestro amor a Dios?, sea cual sea la respuesta, precisamos intensamente amar a Dios, amando a nuestro prójimo, brindando nuestro ejemplo y nuestro apoyo, para que la sociedad pueda avanzar. Hagamos más, de corazón, y, hablemos menos.
OREMOS:
Adorado Padre, apoyanos siempre, y, llevanos a actuar de manera correcta, precisamos mas de ti, queremos ser cumplidores con tus mandatos. Facilita las condiciones para hacer todo para agradarte. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén.