Proverbios 23:26 ¨ Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos.¨
Que la paz de Dios sea con todos, es bueno comenzar otro día reflexionando en la palabra de Dios, y, hoy, como siempre tenemos la bendición del gozo que Dios nos da, para que estemos de buen ánimo en las diversas situaciones de la vida, Dios estas con nosotros, y, ese es motivo suficiente para tener calma por causa de la fe en todo momento. Invitemos a otros a conocer sobre la palabra de Dios, y, para eso, compartámosle a todo el mundo este material.
Es claro que Salomón está escribiendo el sentimiento de Dios Padre, ¨Dame hijo mío, tu corazón¨, nosotros podemos aprender de Dios mediante la Biblia, mediante la naturaleza, de las cosas que fueron creadas, pero también aprendemos de Dios mediante las relaciones humanas, y, cuando Dios se presenta en el texto, se presenta como Padre, nosotros formamos muy temprano una imagen de Dios, y, según algunos psicólogos la primera imagen que formamos de Dios ella viene de nuestra experiencia paterna, en nuestra relación con nuestro padre, si tenemos a un buen padre terrenal, será más fácil entender a Dios, si nuestra relación con nuestro padre no fuera tan buena, tendremos más dificultad de entender ¿Quién es Dios?, pero Dios se presenta en la palabra como un Padre, y, en este texto él le hace una invitación para sus hijos, .¨Dame hijo mío, tu corazón¨, para la biblia el corazón es la fuente de todas las cosas, lo que pensamos hoy proviene de la mente, de donde brotan todos los pensamientos, sentimientos, reacciones, y, decisiones, en la visión bíblica, es del corazón, significaba entregarse totalmente a la voluntad del Señor, eso es lo que Dios nos está pidiendo aquí, y, cuando damos nuestros corazones a Dios, nos agradamos en sus caminos, porque Dios tiene un camino para que caminemos, y, cuando andamos el camino del Señor, encontramos la verdadera felicidad, entonces no existe nada más sabio que entregar nuestros corazones a Dios, ósea, someternos a su voluntad, dejar que él nos dirija, las palabras, pensamientos, reacciones, decisiones, a lo largo de este día recordemos que Dios está pidiendo nuestros corazones, Dios pide nuestra voluntad para que vivamos en la presencia de él.
OREMOS
Padre querido, deseamos en este día entregarte nuestras vidas, entregar nuestros corazones y suplicar que tu voluntad sea hecha en nuestras vidas, y, así seamos preparados para tu regreso, es nuestra oración en nombre de Jesús.
Amen