Génesis 16:3 “Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, un privilegio muy valioso es el de poder buscar desde temprano la palabra del Señor, reflexionar sobre ella, nutrirnos de la sabiduría para poder enfrentar de mejor manera las adversidades cotidianas. Unámonos en la dinámica de la evangelización de clic para llegar a más lugares y beneficiar a más personas con el conocimiento de la palabra de Dios.
Saraí la esposa de Abraham no podía tener hijos, en aquella época en esa cultura una mujer que no pudiese tener hijos, ni dar un heredero a su esposo, sería la peor noticia que podía ser dada, pero esto no era solo algo que ellos querían, Dios ya había hecho una promesa ya hace diez años de que Abraham y Saraí tendrían un hijo, pero ellos no estaban viendo el cumplimiento de la promesa. Entonces Sarai, se desesperó y trato de interferir en el plan de Dios. ¿Alguna vez hemos tratado de interferir en el plan de Dios por desespero?, cuando eso ocurre nos desviamos del plan de Dios apenas para seguir nuestros deseos, y con eso estamos ofendiendo a Dios, diciéndole ¨Yo sé más que tu, lo que es mejor para mi¨, el resultado es angustia, dolor, envidia, todas esas cosas crean un ambiente negativo entorno a nosotros, tanto es que aun hoy todavía existe una lucha entre los judíos y los árabes, por causa de que Sarai y su sierva actuaron con desespero porque no recibieron respuesta para sus deseos, lo interesante es que veinticinco años se pasarían hasta que Dios cumpliere la promesa que había hecho a Abraham pero si algo hay que debemos saber es que Dios no cumple nuestros deseos, Dios cumple sus promesas, y como el nos pensó, nos formó, y nos ama, el sabe lo que es mejor para nosotros, y como es mejor para nosotros él determina el tiempo para cumplir la promesa, entonces no desesperemos y confiemos en Dios y recordemos que inclusive en el silencio Dios esta trabajando para cumplir los propósitos de él en nuestras vidas, por eso no desesperemos no nos precipitemos como hicieron Sarai y Abraham, pero confiemos en el Señor porque en la hora precisa, el va a actuar de manera maravillosa, y el milagro se producirá.
OREMOS:
Padre querido, nosotros queremos confiar en tu promesa que puede ser que lleven algún tiempo para que se cumplan, pero ayúdanos a no desesperarnos, a tener calma para no interferir en el desarrollo de tu plan para nosotros y en el cumplimiento de tu voluntad. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.