Jueces 6:25-26 ¨ Aconteció que la misma noche le dijo Jehová: Toma un toro del hato de tu padre, el segundo toro de siete años, y derriba el altar de Baal que tu padre tiene, y corta también la imagen de Asera que está junto a él;¨-¨y edifica altar a Jehová tu Dios en la cumbre de este peñasco en lugar conveniente; y tomando el segundo toro, sacrifícalo en holocausto con la madera de la imagen de Asera que habrás cortado.¨
Padre Celestial, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, Gedeón fue un hombre con propósito divino, al cual se le encomendaron tareas que fueron efectivamente cumplidas para restauración del vínculo de fe entre el pueblo israelita y Dios, por su parte Baal es un Ídolo con postura opuesta a Dios, que busco generar descontento hacia el padre celestial. En los versículos de hoy, Gedeón destruye el templo de Baal y construye un templo para adorar a Dios, cumpliendo la voluntad divina. Ambas acciones actualmente tienen su significado, primero la destrucción del templo de Baal representa la ruptura entre la humanidad y los actos del mal, pues necesitamos romper con todas las ataduras que nos apegan al pecado, y en segunda instancia una vez apartados del pecado construir una relación más fortificada con Dios, construyendo una vida de alabanza y adoración donde podamos glorificar a Dios con nuestros procederes. Así pues, debemos actuar inspirados en cumplir la voluntad del padre, pues solo así obtendremos mejoras en nuestros caminos, prosperando en función a la bondad que refleja el actuar de un cristiano que es considerado hijo de Dios.
OREMOS:
Bendito seas Señor, creemos en la promesa según establece tu palabra, permítenos construir una vida de Bendiciones, haciendo alabanzas para tu gloria, siempre estando apegados a ti, siguiendo tu instrucción con la paz que profesas. Escucha nuestras suplicas y concédelas en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
- ¿Qué beneficio le trae a su vida aplicar esta palabra a su vida?
- ¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
- ¿Tiene algún comentario final sobre la lectura?