Marcos 14:38 ¨ Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.¨
Señor tu quien concedes la gracia a quienes actuamos en la obra del bien, toma este texto como una ofrenda que contribuya a fortalecer el propósito evangelizador que es finalidad de llevar tu palabra. Coloca en este texto un pedazo de bendición y hazlo de utilidad para tu obra.
El acto de velar y orar nos lleva a no caer en la tentación, hace que las tentaciones no nos alcancen, porque las tentaciones nos rodean día a día, pero el hecho de orar con vigilancia nos hace inmunes a las tentaciones, porque el espíritu está listo para vivir en los dictámenes de Dios pero la carne es débil a caer en tentaciones. Así que, sea constante en la oración y su espíritu será más fuerte que cualquier tentación que viniera a envolverle. La vigilancia nos lleva a darnos cuenta del peligro y la oración nos fortalece delante de la tentación, permitiéndonos escapar. Manteniendo nuestro compromiso con Dios, ya que al haberlo aceptado, cuando decidimos andar por el camino de la fe, ya renunciamos a todo acto mundano que afecte nuestra relación con Dios.
OREMOS:
Padre celestial, en este tiempo venimos ante ti, llenos de paz y con una creencia firme en aquella promesa de que concederás aquellas oraciones hechas con fe. Por este motivo, en el afán de mantenerme fiel a tus dictados, te pido que nos libres de toda tentación y acto de inmundicia que pretenda atentar contra nuestro avance en tu camino. Petición que hacemos en nombre de Jesús tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.