Lucas 4:16-18 “ Vino a Nazaret, donde se había criado; y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer.” – “ Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito:” – “ El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón;
A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos;
A poner en libertad a los oprimidos;”
Señor todopoderoso, estamos vivos por tu gracia y poder, queremos demostrar agradecimiento por este nuevo día, deseamos aportar un poco más a la expansión de tu obra en el planeta, que mas almas sean ganadas a tus caminos, autoriza a este ministerio para continuar esta hermosa labor y glorificarte con esta actividad.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. Claramente a todos Dios nos ha otorgado diversas cualidades y tiene un propósito diferente para cada uno de nosotros, pero todos nos dirigen a la salvación. Lo interesante es que este propósito se relaciona con bendecir a partir de nuestras cualidades, acciones y habilidades, en todo lugar hay personas que requieren de nosotros en mayor o menor grado, extendamos nuestras manos para ayudar a levantar al caído, seamos pilares de la fe, reflejemos al prójimo el amor que Dios nos concede a cada instante. El contenido de estos versos se considera como la presentación de su programa de trabajo, su agenda, el plan a seguir en su ministerio, y al contrario de promesas vacías que escuchamos actualmente, Jesús cumplió estrictamente aquello que estaba escrito, en el evangelio de Lucas, la obra de Cristo es vista en términos de liberación del pecado, las enfermedades y el enemigo, Lucas va a organizar parte de su evangelio para presentar la liberación que nuestro salvador realizo, de hecho Cristo ejecutó distintas liberaciones en su ministerio, podemos nombrar entre ellas: las que ocurrían con los leprosos que se aproximaban a Cristo para obtener sanación, lo importante de esto es que ellos se entregaban en las manos del Señor, estos pedidos sugieren la gran vergüenza que tenían estos hombres por su condición de impureza, pero en ese momento Jesús menciona unas palabra y toca al leproso para concederle sanación, entonces ese toque se convirtió en un símbolo de su bondad infinita. Nosotros siempre requerimos liberación y debemos buscarla en Jesús, el puede sacarnos de esas conductas viciosas que nos dañan profundamente e inciden en el bienestar de nuestras familias y allegados, busquemos seguir a Jesús ahora, esa es la mejor opción sin duda alguna.
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OREMOS:
Padre Amado, reconocemos nuestra impureza por la exposición a condiciones donde el pecado es continuo, otorganos la liberación que por misericordia entregas a tus fieles seguidores, queremos ser siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen