Marcos 5:27-28 ¨ cuando oyó hablar de Jesús, vino por detrás entre la multitud, y tocó su manto.¨- ¨ Porque decía: Si tocare tan solamente su manto, seré salva.¨
Amados, que la paz del Señor este con todos y seamos siempre bendecidos. Ciertamente las bendiciones de Dios nos esperan, ellas se renuevan cada mañana, sabiendo esto debemos cuidarlas para colocarnos en una posición de nuevos receptores de bendición, porque si despreciamos la bendición del padre, estaremos negando nuestra naturaleza de hijos amados y no seremos favorecidos más.
De vuelta al lago occidental de galilea Jesus se encuentra con un pedido de Jairo, la necesidad era urgente y en presencia de Cristo, Jairo se despoja de toda dignidad para caer a los pies de Señor y le suplica que salve la vida de su hija, Jesus no responde pero se pone en camino a ayudarla. El tomó la acción sin pronunciar palabra, el texto añade que una gran multitud lo sigue, apretando y hasta atrasando en andar del señor, pero en medio de esa multitud se encontraba alguien cuyo destino seria cambiado para siempre por la aparente demora o retraso de Cristo, en contra punto la historia es de gran belleza, encontramos en el relato a una mujer anónima que por varios años fue victima de una grave enfermedad, que no había sido curada por los médicos de la época y le había costado mucho, ella estaba alterada, perturbada, deprimida, débil, con muchos traumas causados por la naturaleza de la enfermedad que poseía, el flujo de sangre la hacía impura, esta enfermedad tenia carácter embarazoso, era una gran carga emocional para cualquier mujer, ella se sentía avergonzada por eso no podía expresar su pedido verbalmente, pero en ese momento estaba su gran oportunidad, la oportunidad de su vida, la providencia divina la había colocado en la presencia del gran medico, entonces ella planea tocar los vestidos del señor, ella discretamente por detrás extiende la mano y toca las vestiduras de Cristo, ese no era un toque casual porque en ese instante ella estaba curada, pero en ese instante Jesus para la caminada y pregunta ¿Quién me toco?, ella se sintió aterrorizada porque pensó que seria penada, pero Jesus quizo que ella supiera que había sido liberada de su mal, asi que Jesus dijo: ¿No fuiste tu quien me toco?, realmente tu no me tocaste, fui yo quien te toco a ti, y quien te salvo fue tu fe, anda en paz. Esta historia nos trae como enseñanza que debemos tener fe y ser constantes en nuestra caminada, muchas veces las personas dicen que no, nos cierran puertas, mas no debemos ponernos cabeza abajo o desanimarnos, sino seguir intentando, haciendo lo requerido, si tenemos que caminar contra la corriente para lograr el objetivo hagámoslo, como hizo la mujer, cosas buenas vendrán para nosotros como ocurrió en la vida de ella.
Padre amado, gracias por tu valiosa orientación de amor la cual nos fortalece para seguir insistiendo en alcanzar los objetivos teniendo la fe en ti como base de esta estructura, favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo por quien todo lo concedes.
Amen.