Romanos 10:3 ¨ Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios;¨
Padre nuestro, este día traemos una grandiosa interpretación de tu palabra, con el objetivo de contribuir a causar cambios radicales en aspecto positivos para todos los que nos nutrimos de estos escritos, extiende tu bendición sobre el mismo, pues con este texto queremos alabarte, glorificarte y esparcir tu mensaje a través de este medio.
Amados, vivimos momentos complejos en nuestros países, pasamos por tantos motivos de tristeza, escándalos que surgen a cada instante y que hacen necesario elevar oración por el país, del mismo modo que en la biblia varios profetas oraron por la nación de Israel, por eso deberíamos orar por nuestro país y nuestros líderes, para que ese vacío de políticas gubernamentales que solucionen los problemas de la ciudadanía pueda ser llenado, a partir de la fe en nuestro Dios, imaginemos si todo el dinero de la corrupción fuera implementado en cuestiones que verdaderamente beneficien a la ciudadanía seguramente el país estaría mejor, de manera que todo seria posible si Dios fuese aceptado por los líderes de gobierno y fuese seguido obedientemente su mandato. El versículo de hoy se refiere a aquellas personas que quieren su propia justicia y no la justicia de Dios, lo cual constituye un acto indebido o pecaminoso que engendra una sanción, por lo menos en la sociedad el derecho sanciona a las personas que toman la justicia por sus propias manos, así mismo ocurre con las cosas de Dios, quien rechaza su justicia para adoptar la suya propia, esta pecando contra el padre, ellos actúan de esa manera porque no concuerdan con la misericordia de Dios, piensan que el es permisivo en extremo, y el individuo acaba apartándose para establecer su propio estilo de justicia, llevándolo a la propia perdición del individuo, es necesario comprender que Dios tendrá compasión y misericordia de quien el determinare, entonces podemos quedarnos tranquilos, porque nuestro señor tendrá justicia para todos.
OREMOS:
Padre Amado, en ti confiamos siempre, sabemos que deseas lo mejor para nosotros. Ayúdanos a aceptar de buen corazón tus determinaciones y todo lo que hagas en nuestras vidas. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
¿Qué beneficio le trae aplicar esta palabra a su vida?
¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
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