Deuteronomio 8:3 ¨ Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre, mas de todo lo que sale de la boca de Jehová vivirá el hombre.¨
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Compartir este material, y, brindar el buen ejemplo al prójimo, son cosas excelentes. Pero, si nuestro interior no está convencido de que los actos que realizamos para glorificar a Dios, son los adecuados, entonces, careceremos de la alegría que debe caracterizar a todo cristiano en la realización de sus actividades. Simplemente sepamos que lo dicho por Dios, siempre es lo mejor para nosotros. Vamos a obedecer con tranquilidad, pues en cualquier momento, llega la bendición.
Estas palabras contenidas en el texto bíblico, fueron usadas por el Señor Jesucristo, cuando fue tentado por el diablo, después del periodo de ayuno en el desierto, el diablo dijo: ¨Si eres el hijo de Dios, transforma estas piedras en panes¨. Y, Jesús dijo: ¨No solo de pan vivirá el hombre, pero si de todo lo que procede de la boca del Señor, de la palabra de Dios¨, pero retornando a este texto bíblico, estas palabras dichas por Moisés son algunas de las instrucciones y orientaciones que el Moisés le dio al pueblo de Dios, y, el hace referencia al Mana, el pan del cielo, que los israelitas recibieron durante 40 años de Dios, fueron alimentados por el Señor, recuerden que no solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca del Señor, cuando Cristo estuvo aquí en este mundo, dijo algo parecido cuando realizo el milagro de la multiplicación de los panes, y, peces, entonces, muchas personas fueron detrás de él, en la expectativa de más milagros. Asi Jesus dijo: Juan 6:27 ¨Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a este señaló Dios el Padre.¨, aquí Jesus nos indica que sin duda es digno, y, necesario trabajar, para satisfacer las neceidades, pero no hay sabiduría, en trabajar tanto, al punto de negligenciar la nutrición espiritual. Constantemente debemos estar orando, creciendo espiritualmente, haciendo la voluntad de Dios, eso nos colocara en un buen nivel, y, al mismo tiempo agradaremos al Padre Celestial.
Oremos:
Amado Padre, ayúdanos a continuar firmes en la obediencia a tu palabra, queremos agradarte siempre, y, serte útiles, por favor, úsanos para hacer el bien. Contribuye con nosotros. Así pedimos, en nombre de Jesús.
Amen.