Marcos 1:28 ¨ Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de Galilea.¨
Señor agradecemos el privilegio de tocar corazones por medio de tu palabra, permite que esta interpretación contribuya a direccionar del modo apropiado las conductas de aquellos a quienes va dirigido este mensaje. Amados, si llegaron a este sitio atiendan a esta palabra, pues es obra de Dios que seamos capaces de conocer el texto que en esta oportunidad compartimos y podamos llevarlo a muchos rincones del planeta mediante redes sociales como primera fase y en muestras de nuestra conducta como fase superior.
Amados, sin duda alguna Dios es maravilloso, el conduce con certeza nuestros pasos hacia un mejor futuro, donde percibamos una calidad de vida mejor, por ello requerimos mantener vivo el vínculo de conexión con Dios para que de esa forma el este pendiente de nosotros, protegernos, favorecernos, cuidarnos y contribuir para que la bendición se materialice en nuestras vidas. En el versiculo de hoy, se hace referencia a que el mensaje evangelizador se esparció rápidamente como pólvora que quema, a pesar de ello aunque este mensaje fue oído por las personas que estuvieron interesados, la gran mayoría no tuvo oídos para el. Sin embargo, este mensaje de amor, perdón, misericordia, paz y positivismo que vino a cambiar el mundo, procuró la reconciliación de la humanidad y el creador. Las personas que escucharon quedaban maravilladas por tal conocimiento, la forma en la que fue llevado, el modo de proceder de Jesús. Actualmente estamos en la hora exacta para maravillarnos con Jesús, vivir conforme a su ejemplo, así Jesús podrá operar milagros en nuestras vidas solo requerimos que nuestros corazones estén llenos de sus procederes y ejemplos, materializando la voluntad del padre en nuestras vidas. Permanezcamos al lado de nuestro Dios para vivir mejor, seamos felices orando, reconociéndole en nuestros caminos, manteniendo nuestro vinculo con el padre.
OREMOS:
Padre de bondad, colocamos nuestra vida en tus manos, condúcenos para tu honra y tu gloria a cada instante de nuestras vidas, que nuestro carácter alabador este en crecimiento constante, pudiendo esparcir tu mensaje mediante actos de fe que marquen la diferencia en la vida del prójimo. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.