Isaías 6:1 “En el año que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Saludos especiales, gran satisfacción causa el hecho de poder iniciar el día meditando en la palabra de Dios, si tenemos acceso a este material en la tarde o en la noche, también seremos bendecidos, como esto es algo bueno, vamos a compartir con otras personas este mensaje.
Si alguien nos pidiera hacer una lista con los diez momentos que más impactaron nuestras vidas, ¿Qué escribiríamos?, teniendo en consideración que pueden ser tanto momentos buenos como momentos malos, al final de cuentas todos lo que ocurre con nosotros va a impactarnos de algún modo. Sin dudas, si pidiésemos algo así al profeta Isaías que es el profeta que estamos leyendo hoy, seguramente él tendría más de diez cosas para decir, y con toda certeza lo que recuerda el texto de hoy, seria parte de esos momentos, percibamos que en el texto de hoy él inicia estableciendo un marco histórico, que fue el año de la muerte del Rey Usías, y hay por lo menos tres preguntas que pueden ser hechas a este texto, primero ¿Qué ocurrió tan importante el año en que el rey Usías murió, para que fuese mencionado en el texto?, segundo ¿Qué significa la visión del trono de Dios?, tercero ¡Qué significa la visión de un templo lleno de los vestidos de Dios?. El año de la muerte del rey Usías, la situación espiritual de Israel estaba muy mala, el pueblo estaba lejos del Señor, asi aparentemente estuviera guardando sus mandamientos, ofreciendo sacrificios en el templo y prosperando financieramente, pero estaban lejos de Dios, el corazón del pueblo era impuro, el pueblo era violento y corrupto, así que el año de la muerte del rey Usías, fue el año en que Israel fue llamado para ser la voz de Dios en medio de su pueblo, un gran desafío, pero también fue el año en que él vio a Dios en el control de todo, sentado en el trono y vio también la manifestación visible de su gloria, ósea el templo. Era como si Dios le quería decir a Isaías, que aunque las cosas fueran empeorando, el aún continuaba en el control, que Isaías aun podría contar con la presencia de Dios. Seguramente, han existido en nuestras vidas momentos en que hemos sido tentados a pensar que Dios nos ha abandonado, que ya se había perdido el control. Sepamos que son en esos momentos que Dios revela de forma maravillosa, de forma poderosa, que aun él puede utilizar nuestras vidas para manifestar su presencia, así estemos en medio de una generación corrupta, como vivimos actualmente, ¿aceptamos este llamado de Dios en este momento?, ¿Queremos ser una voz de Dios como lo hizo Isaías?.
OREMOS:
Padre de amor, que en este tiempo puedas manifestar en nosotros tu gloria, que podamos ser tocados como Isaías lo fue, y que podamos ser tu voz ante otras personas. Contribuye con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen