1 Corintios 13:2-3 ¨Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.¨-¨Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.¨
Padre Celestial, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, naturalmente el ser humano suele tener ciertas cualidades que lo llevan a distinguirse del resto del grupo social, pero en cualquier circulo donde nos encontremos siempre hemos de tener en cuenta de que la valía personal de cada quien es la misma, por tanto creerse superior a alguno es algo que discorda de los principios de amor previstos en la palabra, por tanto es requerido que nos inclinemos a la práctica de la misericordia con nuestro prójimo, pero debemos tener en cuenta que los extremos de sacrificio que podamos hacer por si solos, sin amor no tienen validez, puesto a lo que nuestro Dios quiere que nuestro corazón sea transformado a la benevolencia para que nuestras actitudes se amolden a su voluntad y podamos realizar el propósito que ha previsto para nuestras vidas.
OREMOS:
Bendito seas Señor, creemos en la promesa según establece tu palabra, permítenos construir una vida de Bendiciones, haciendo alabanzas para tu gloria, siempre estando apegados a ti, siguiendo tu instrucción con la paz que profesas, en ti confiamos y sabemos que harás lo requerido para bendecirnos en gran manera y lograr vencer a esta prueba. Escucha nuestras suplicas y concédelas en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.