Salmos 32:1-2 ¨ Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado. ¨ – ¨ Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, Y en cuyo espíritu no hay engaño. ¨
La paz de Dios sea con todos. Que alegría reencontrarnos en este espacio, donde primeramente agradecemos a Dios por las maravillosas maneras en las que interviene en nuestras vidas, como siempre lo estaremos alabando con este estudio bíblicos, contenido en este material, compartamos con nuestro prójimo esta maravillosa orientación.
La felicidad es algo que todos nosotros deseamos, y en la medida de que el ser humano va desarrollándose, él busca la manera de cumplir o satisfacer esa realidad, y allí comienza la rutina, primero estudiamos, vamos en búsqueda del mejor curso, nos formamos, nos casamos, al final una mujer es muy importante en la vida de un hombre, luego vienen los hijos, y la vida continua, en la búsqueda por algo, y parece que en ocasiones, nada más nos sacia, la pregunta es: ¿Dónde estamos buscando la felicidad?, ¿Cómo podremos alcanzarlo?, ¿Sera que si alcanzamos todo lo que queremos vamos a alcanzar felicidad en forma plena y permanente?. David hablaba de una felicidad, de una alegría que él mismo experimento, él dijo: ¨Bienaventurados o feliz es aquel que tiene los pecados perdonados, a quien el Señor no atribuye culpa¨, la primera cosa que debemos conocer es que todos nosotros somos pecadores, no solo por actos pero por una condición humana, nosotros tenemos naturaleza pecaminosa, sin embargo, cuando confesamos Dios borra nuestros pecados, él lanza nuestros pecados en los lugares más profundos del océano, por eso es feliz quien tiene sus pecados perdonados, pero hay algo más que necesitamos saber, es que Satanás, es el tentador, él es quien nos hace caer en tentación, él nos induce al pecado, y después de hacernos pecar, él suelta su gran carcajada en privado, y hasta crea unos memes para burlarse de Dios y de nosotros, entonces Satanás cuando nos derrumba, sigue adelante y continua pisándonos, machacándonos, para que no nos levantemos, para que no nos levantemos, él coloca una culpa en nosotros que pasa a acusarnos, todo el tiempo, esa culpa avergüenza, entristece, corroe el alma, de tal forma que parece imposible levantarnos, David paso por una experiencia muy amarga, él paso por el desabor de la caída de haber cometido pecados, muy graves pecados, pero David encontró la felicidad cuando comprendió que el perdón estaba con Dios, cuando Dios le dijo: ¨Yo te perdono¨, fue así que David se levantó, se cambió el vestido y avanzo con fuerza, porque sintió la alegría, esa felicidad con que Dios lo doto para hacer todo de buen ánimo. En nuestro caso, no permitamos que nada nos quite la alegría que Dios nos da, seamos buenos siervos, obedientes servidores, nosotros fuimos perdonados con los acontecimientos ocurridos en el calvario, Dios nos ama, somos importantes y especiales para él, vamos a obedecer a su voluntad. Si algina culpa nos aparta de las manos del Señor, que coloquemos hoy todo en sus manos y descansemos en él, para que la acción de Dios, traiga la sonrisa nuevamente a nuestro rostro, y la alegría a nuestro corazón.
OREMOS:
Padre Querido, gracias por tu maravillosa enseñanza, gracias por la linda promesa del perdón, por eso, ayúdanos y acéptanos, que en este día puedas caminar a nuestro lado, colocamos todo en tus manos. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén.