Colosenses 1:7 “como lo habéis aprendido de Epafrás, nuestro consiervo amado, que es un fiel ministro de Cristo para vosotros, “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, en la certeza de la victoria en nombre de Jesús, como lo establece la biblia, que nos abrazamos en este encuentro especial. Hay un hecho muy importante, es la oración intercesora, eso pasa cuando oramos por otras personas, y según nuestro cronograma realizamos esta oración intercesora por todas las causas, todos los días a las 03:00 horas, para que nuestro prójimo sea favorecido, y al mismo tiempo se eleve nuestro nivel espiritual, debido a que cuando le pedimos a Dios que mire hacia otra persona, eso es algo noble, demuestra verdadero cariño. Oremos por otros y por todas las causas, y compartamos este material.
El personaje que hoy estudiaremos, es poco conocido, pero hizo la diferencia en aquellos que vivieron en su tiempo, él se llamaba Epafrás, era un hombre de oración, entristecido por la falta de madurez espiritual que él veía en su iglesia, el busco el trono de la gracia de Dios, intercedió por el pueblo de Dios en oración, el interés de el era tan grande que muchos se despertaron, y a pesar de los problemas que estaban viviendo Dios hizo una gran obra, a veces la actitud de la gente ante los errores de los otros es hablar mal, criticar, alejarse o ignorar, pero esas son actitudes incorrectas, Epafrás quería que las personas de su iglesia tuvieran certeza de la voluntad de Dios, que supiesen como actuar, él estaba angustiado al ver, como podía el pueblo desviarse de la voluntad de Dios, entonces el llevaba esas cargas a Dios en oración, ese era un gran privilegio, porque él podía llevar las peticiones de sus hermanos en la fe a Dios, Pablo reconoció esa actitud y dio un título a Epafrás, como lo establece el versículo. Entonces Epafrás, fue un Ministro de Cristo, en este punto debemos meditar sobre: ¿Cuáles son nuestras actitudes antes los conflictos espirituales?, ¿Oramos con fe a Dios, o, preferimos intentar con nuestras propias fuerzas?, ¿Cómo hemos reaccionado a los problemas de nuestros hermanos en la fe?, sepamos que existe una opción de orar por los otros, hagamos eso hoy y siempre, cuando nos despidamos de alguien hagámosle saber que continuaremos orando por la prosperidad de esa persona, para que sea denotado el cariño por ella y el amor de Dios que estamos llevando a otros, para que así como Epafrás, seamos tenidos como fieles ministros de Cristo, es así como los hijos de Dios actúan, que cuando notan que una persona está en error, en lugar de despreciar y abandonar, nosotros oramos por esa persona, así nos aproximamos, le acogemos y lo aconsejamos, advirtiéndole con amor, respeto y bondad, no para destruir a quien esta caído, sino para levantar a los débiles y fortalecerlos, que Dios nos bendiga y nos use para que seamos una luz entre tantas tinieblas, que podamos llevar un buen ejemplo a todo nuestro prójimo, direccionándoles a los caminos de Cristo, para que desarrollen una mejor vida, dentro del rumbo a la salvación. La invitación de hoy es a que procediendo bien, seamos tenidos como ministros de Dios.
OREMOS:
Padre querido, gracias por tus hermosas palabras que nos enriquecen tanto para que tengamos una vida más bonita, agradable y obediente a tus mandatos, úsanos como usaste a Epafrás y permite que cumplamos correctamente la misión que nos has encomendado. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.