Hebreos 8:10 ¨Por lo cual, este es el pacto que haré con la casa de Israel. Después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mis leyes en la mente de ellos, Y sobre su corazón las escribiré; Y seré a ellos por Dios, Y ellos me serán a mí por pueblo;¨
Amados, tengamos paciencia y calma, con las situaciones que ocurran en este día, porque ese estado de ánimo es agradable y además porque nos permite mantener la paz e intacta nuestra fe en Dios, así que permanezcamos calmados siempre por la fe en Dios. Llevemos esta palabra a nuestro prójimo y amenicemos sus vidas, por causa del amor que tenemos por Dios.
Es lindo saber que Dios escribe en las páginas del corazón humano, de varias formas, naturalmente esa es una expresión figurada, remontado al tiempo en que el corazón era considerado el asiento de las emociones, de hecho hoy asociamos muchas veces, nuestro corazón a las emociones, pero esta expresión bíblica esta llena de significado, ¿Quién sino Dios, puede trasplantar los principios del cielo a una persona nacida e inmersa en pecados? ¡Quien a no se Dios, podría inculcar en nosotros su ley?, Dios escribe para elevar al hombre, sacándolo del cautiverio de la degradación, para una nueva vida, el Espíritu Santo es el instrumento que efectúa todo eso, el nos presenta el carácter divino como nuestro ideal, y lo compara con nosotros, el revela el carácter y el amor de Dios, muestra como èl nos demostró su amor en el calvario, y como ese sacrificio abre el camino para una nueva reconciliación con Dios, en ese ambiente de amor, poco a poco, palabra por palabra, la ley de Dios es escrita en nuestros corazones, y pasamos apreciar la voluntad de Dios, sus designios y propósitos para nosotros, a partir del núcleo de nuestras almas, de las profundidades de nuestro ser, en nuestra personalidad, dejamos de ser personas egoístas, rebeldes, egocéntricas, y nos convertimos en personas, cuyos impulsos naturales sean armónicos con los de Dios, y someternos a la dirección del Espíritu Santo, permitiendo que el haga eso en nosotros, la elección es nuestra, pero cuando decidimos colocarnos al lado de Dios, el hace lo que es necesario. En este sentido, establece el versículo 2 Corintios 3:18 ¨Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. ¨, lo cual nos indica que vamos a ser transformados paulatinamente a la personalidad que Dios anhela ver en nosotros, por eso que sea alabado el Señor y cada día seamos más transformados de acuerdo a su voluntad. Que seamos transformados de gloria en gloria, y así parecernos a Jesucristo que es nuestro modelo excelente.
OREMOS:
Padre Querido, te damos gracias porque por medio del Señor Jesucristo, y por la obra del Espiritu Santo, somos transformados, diariamente a tu semejanza, estamos aquí, transformanos a profundidad. Otórganos fuerzas para continuar cumpliendo tu voluntad Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén