Lucas 4:1-2 ¨ Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto ¨ – ¨ por cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días, pasados los cuales, tuvo hambre. ¨
Amados, que la paz del Señor este siempre con todos y seamos bendecidos. Esta decretado que hoy es un gran día, las misericordias de Dios se han renovado y tenemos el agrado de colocarnos en una posición favorable para la recepción de bendiciones cada vez que cumplimos obedientemente la palabra de Dios, vamos a esparcir nuestro amor por el prójimo, compartiendo esta palabra bíblica.
¿Cómo imaginamos que sería la vida de alguien que esté lleno del Espíritu Santo?, ¿Lleno de sanaciones, milagros, don de lenguas, autoridad sobre los demonios, prosperidad financiera, salud y bienestar?. Quizá pudiera ser eso lo que hayamos aprendido, pero así estas cosas sean testimoniadas por varias personas, el texto de hoy esta diciéndonos algo un poco diferente. Al decir que Cristo para ser tentado fue llevado al desierto por el Espíritu Santo, percibamos que en este texto, alguien lleno del espíritu pasa por el desierto como parte de su preparación, donde fue tentado por el mal, esto indica que por el hecho de estar lleno del Espíritu Santo no estamos exentos de ser atacados por el mal, sepamos que la teología del camino más fácil no es cristiana, ella es terrenal y diabólica, fue Satanás quien intento tentar a Jesús para desviarse del camino, el enemigo tentó a Jesús a tomar el camino mas fácil, y otra lección que podemos aprender aquí es que no toda respuesta de ayuno y oración viene de Dios, veamos el ejemplo de Jesús, lleno del Espíritu Santo, cuarenta días de ayuno, y le apareció el Diablo, entendamos que si la respuesta de nuestra oración y ayuno, ha servido de tentación a alguien, ella no está viniendo de Dios, por otro lado cuando nosotros buscamos de todo corazón hacer la voluntad de él, nosotros vamos a oír claramente su voz hablándonos, por eso aprendamos con el ejemplo de Cristo a depender del Padre Celestial, y si nuestro maestro paso por dificultades y tentaciones, nosotros también podemos pasar, pero que el secreto de la victoria de él, sea también el nuestro, y que la palabra de Dios sea nuestra firme plataforma.
Padre de amor, gracias por las maravillosas maneras en las que te manifiestas en nuestras vidas, queremos ser fieles a tus mandatos, pedimos sabiduría para llegar a la recompensa de la salvación y retornar junto a ti en determinado momento. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesús.
Amen.