Éxodo 6:9 “ De esta manera habló Moisés a los hijos de Israel; pero ellos no escuchaban a Moisés a causa de la congoja de espíritu, y de la dura servidumbre.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, podemos estar pasando por cualquier desierto, pero no decaigamos, sino que debemos mantener la frente en alto, colocando todas nuestras situaciones en la manos de Dios, él va a conducir todo hacia la bendición, pero recordemos que conocer y obedecer su voluntad, es lo que nos acerca a la bendición. Compartamos este material con nuestro prójimo para llegar a más personas y conducirlos hacia el camino de Jesús.
Nuevamente hoy vamos a estudiar la historia de Moisés, él es orientado por Dios para que hable nuevamente con el pueblo sobre la liberación que Dios utilizando a Moisés iría a operar. Sin embargo, esta vez la reacción del pueblo es diferente, por eso dos expresiones deben ser destacadas, mostrando la razón por la cual ellos no escucharon el mensaje de Dios, el texto dice congoja de espíritu y dura servidumbre, lo que en otras traducciones está escrito como ansia de espíritu y dura esclavitud, parece que los israelitas esperaban un libramiento rápido y se vieron todavía más interferidos por la presencia de Moisés, estaban ahora desanimados demás y desmotivados para sentirse alegres, las promesas no alcanzaron sus objetivos pero el trabajo y la expectativa no cumplida los llevo ahora a la incredulidad, porque la promesa incumplida afecta a los corazones, y ahora mismo es posible que alguno de nosotros este esperando un libramiento como en aquel momento los israelitas lo esperaban, quizá estemos cerca de la incredulidad porque en nuestros casos la promesa no se ha cumplido, ni la solución divina ha llegado, pero en este momento en que estamos analizando este material, Dios nos invita a renovar nuestra esperanza porque el tiene el control de todo, el tiempo y la dificultad momentánea no quiere decir que Dios no este trabajando para bendecirnos, pasar por el desierto no significa que Dios nos haya olvidado, con el pueblo israelita inclusive en el desierto Dios estuvo, entonces lo importante es que sepamos que Dios está con nosotros y su presencia en nuestras vidas va a hacer la diferencia y tomara providencia.
OREMOS:
Padre querido, gracias por la promesa de que estarás con nosotros en todo tiempo, que nos conducirás a la victoria y de que tu presencia hará la diferencia en nuestras vidas. Contribuye con nosotros siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.