1 Corintios 12:31 “Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Existen varias creencias basadas en el folklore de las naciones relativas a los actos que se deben realizar para tener días mejores, pero sin duda desconocemos la certeza de que la práctica de estas acciones sea saludable, lo único que recomendamos por experiencias propias es la lectura, meditación y compartir diario con la palabra de Dios debido a que ella fortalece nuestra alma y hace que nuestra personalidad o carácter llegue a niveles superiores de fe. Ganemos almas para que anden en los caminos de salvación, compartamos este material.
Un don espiritual es una capacidad que el Espíritu Santo concede a los siervos de Dios para uso en favor de los otros, dentro de esta línea el texto de hoy nos trae una propuesta bien interesante, buscar con fervor los mejores dones, en este contexto la palabra Buscar quiere decir que requerimos correr tras los dones espirituales, es decir, mantenernos en oración, clamando y trabajando en fortalecer nuestra fe, de manera sincera esforzarnos, y ocuparnos en hacer el bien, en resumen el consejo del Apóstol Pablo, es que busquemos servir a las personas de manera sincera con los talentos que el Espíritu Santo nos concedió, ciertamente aquí hablamos de todos los talentos y capacidades, tanto es la esfera espiritual como material, que podamos hacer el bien con nuestras profesiones u oficios, que siempre demos el ciento uno por ciento o ese punto adicional en la labor que desempeñemos en todo ámbito. Tenemos que entender que el énfasis mayor está en el servicio, en aportar a las personas con el talento que el Espíritu Santo nos concedió, precisamos utilizar nuestras habilidades para edificar la iglesia de Cristo y atraer personas a los caminos de salvación, seamos instrumentos en las manos de Dios para favorecer la vida de otras personas.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por los dones que nos concediste a todos nosotros, que podamos aportar a los demás conforme a los dones recibidos, queremos hacer tu voluntad. Favorécenos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen