Salmos 105:15 ¨No toquéis, dijo, a mis ungidos, Ni hagáis mal a mis profetas.¨
Dios Adorado, hoy venimos ante ti, llenos de alegría por tener el placer de compartir tu palabra bíblica que es alimento que nutre nuestras almas y produce cambios significativos en nuestros corazones, hacemos este estudio como símbolo de alabanza para tu glorificación, bendice este material para que cumpla el objetivo evangelizador, y perfeccione la conducta de tus servidores.
Amados, hemos de tener cuidado cuando leamos la biblia, porque si se interpreta de manera equivocada un versículo, suele haber conflictos y en causar actitudes que contrarias a los mandatos del padre, ciertamente el respeto, la mansedumbre y una serie de comportamientos calmos, hemos de usar en nuestro trato con las personas, ahora muchos al chequear el texto que da inicio a este escrito, piensan que se refiere a no hablar mal de los pastores porque son ungidos de Dios, ni siquiera pudiendo confrontar alguna idea o planteamiento desacertado que ellos tengan, cuando realmente están torciendo la palabra para manipular, ya que cualquiera puede ejercer la disciplina eclesiástica del modo comentado anteriormente. Respecto al versículo, acertadamente se refiere a que no debemos hacer mal a nadie, ni con nuestras palabras, actos o de ninguna forma, así sea un líder de la iglesia o un miembro común, pues todos los creyentes somos ungidos de Dios y la biblia nos prohíbe hacer mal de nuestro prójimo en general, ello como parte de la voluntad del padre que su prójimo este lleno de amor y cualidades bondadosas, en tal sentido hemos de desechar esa tendencia a desear dañar con nuestras palabras y actos a cualquier persona, debido a que al hacerlo contrariamos los mandatos de Dios, quien predica en amor y el crecimiento en la fe de las personas. Así pues, sigamos la regla para todas nuestras interacciones de siempre procurar llevarlas en dirección al crecimiento de la positividad.
OREMOS:
Amado padre, agradecemos las maravillas de bendición que nos otorgas, cada día cuando observamos tus manifestaciones de presencia en nuestras vidas, sentimos un agrado enorme y es ello lo que nos inspira a seguir adelante en tu camino, porque sabemos de tu fidelidad y deseamos corresponder a ese valor único. Padre, ayúdanos a liberarnos de ese habito de desear hacer mal a las personas en ciertos momentos de nuestras vidas, porque nosotros queremos actuar conforme a tu voluntad de que amemos al prójimo, edifiquemos con tu palabra, pero a veces tenemos recaídas que nos hacen desviarnos de nuestro objetivo, controla padre estas conductas en nosotros. Peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.
INTERACTUEMOS:
Teniendo conocimiento de la enseñanza expresada en la Biblia sobre el punto en cuestión, cuéntenos lo siguiente:
¿Qué beneficio le trae aplicar esta palabra a su vida?
¿Cree que este conocimiento pudiera contribuir a mejorar sus andanzas por el camino de Dios?
¿Tiene algún comentario final sobre la lectura?