2 Reyes 5:9-11 ¨ Y vino Naamán con sus caballos y con su carro, y se paró a las puertas de la casa de Eliseo.¨-¨ Entonces Eliseo le envió un mensajero, diciendo: Ve y lávate siete veces en el Jordán, y tu carne se te restaurará, y serás limpio.¨-¨ Y Naamán se fue enojado, diciendo: He aquí yo decía para mí: Saldrá él luego, y estando en pie invocará el nombre de Jehová su Dios, y alzará su mano y tocará el lugar, y sanará la lepra.¨
Padre Celestial, te damos gracias por la persona que ahora está atendiendo a la lectura de la palabra, y compartiendo en esta hora, la revelación que nos has hecho mediante el análisis de tus dictados. Permite también, que las ideas que integran el texto, promuevan maravillosamente la satisfacción de necesidades personales de alimento espiritual, que incentivan al cambio.
Amados, en nuestro día a día estamos expuestos a distintas circunstancias contentivas de ataques que intentan apartarnos de los caminos de Dios, pero cuando actuamos con obediencia y apego a las disposiciones bíblicas, nos damos cuenta de que podemos sobreponernos dichos obstáculos con total seguridad. Los versículos de hoy, nos indican que la creencia de Naamán se basaba en que el profeta impusiera su mano sobre el área afectada y sanara su dolencia, pero al notar que no fue así lo cual lo hizo molestar, porque Eliseo no lo atendió como el esperaba, pues la lepra aquella enfermedad que en esos tiempos era mortal, no podía ser curada apenas por siete lavados en las aguas barrientas del rio Jordán, por esa cuestión Naaman se sintió desvalorizado, pero como esa fue la dirección dada por el profeta según las indicaciones del padre celestial, entonces Naaman lo hizo y fue sanado. Muchos nos hemos desesperado porque nuestros pedidos a Dios no han sido satisfechos de la manera en que esperamos, sin embargo esto no quiere decir que no vayan a ser satisfechos, sino que esto nos indica que hay otros caminos los cuales se están produciendo para que sean satisfechos nuestros requerimientos. Entonces, sepamos que Dios tiene sus medios y sus caminos, él nos va a sorprender por eso aguardemos en él, refugiémonos en el conocimiento de su palabra, seamos obedientes a sus mandatos y él nos sorprenderá de manera maravillosa.
OREMOS:
Padre bondadoso, colocamos nuestras vida en tus manos, protégenos de todo mal, permítenos seguir actuando con total apego a las disposiciones bíblicas, con el objeto de obedecerte y agradarte. Así te lo pedimos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen