Salmos 9:19 ¨ Levántate, oh Jehová; no se fortalezca el hombre; Sean juzgadas las naciones delante de ti. ¨
Solo podemos agradecerte Dios santo, pues nos bendices constantemente. Resaltando a su vez, los beneficios que nos trae mantener cada segundo esa comunicación fluida, que mediante la oración tenemos contigo. En este tiempo venimos a alabarte y agradarte esparciendo tu enseñanza bíblica de un modo práctico, que sea fácil de imprimir en los corazones de aquellos a quienes va dirigido este texto que hoy bendices con tu gracia. Ayúdanos a continuar compartiendo tu palabra y renueva nuestras fuerzas para seguir contribuyendo en tu gran obra.
Amados, al tener una buena noche de sueño, conseguimos tener un despertar feliz, que podamos estar en paz en el corazón, siempre confiando en nuestro señor, situaciones adversas, complejidades todos tenemos todos los dias, pero cuando tenemos la confianza en Dios nosotros nos volvemos en más que vencedores en Cristo Jesús, tenga esa certeza de que días mejores vendrán al lado de nuestro salvador ¿Cuántas personas en este momento requieren oir un mensaje así de profundo?, el cual va a fortalecerlos espiritualmente delante de los embates de la vida, nosotros podemos ayudar compartiendo este material con otras personas, familiares y amigos. El versículo de hoy, David presenta un Dios soberano ante los hombres y las naciones, las naciones serán juzgadas por haber maltratado a otras naciones, ¿Cuántas guerras podrían ser evitadas?, nosotros requerimos buscar la justicia y verdad, del modo que podamos ejercer la justicia con las realidades que están a nuestro alrededor, ejercer misericordia para con los otros, David pide para que el justo Jesus se levante para que prevalezca sobre hombres y naciones. Dios esta a cargo, de la vida individual de cada persona y de la historia de este planeta, eso nos da seguridad de que días mejores vendrán, que viviremos eternamente junto a nuestro señor quien es soberano, entreguemos nuestras vidas al señor Jesús y ciertamente tendremos una vida feliz, bendecida y días mejores.
OREMOS:
Padre querido, pedimos que tengas misericordia de nosotros, ayúdanos a hacer todo lo que deseas que hagamos, queremos que vengas a la tierra a juzgarnos, y podamos permanecer contigo. Así pedimos, en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.