Salmos 40:1-3 ¨ Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.¨ – ¨Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso; Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.¨ – ¨Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios. Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.¨
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, recibamos alegremente la bendición de Dios, aprovechemos estos instantes para absorber su enseñanza y mejorar progresivamente nuestras vidas. Llevemos a otros esta bendición, entonces compartamos este material de las maneras acostumbradas, todos quedamos invitados a hacerlo llenos de gozo.
El libro de Salmos es el libro más leído de la Biblia por la facilidad de identificación, de la emociones de los autores con las emociones nuestras, todo tipo de emoción humana está reflejada en este maravilloso libro, alegría, miedo, esperanza, alabanza, anhelos profundos, mucho más que un libro para ser leído, el libro de los Salmos es un libro para ser usado en nuestras oraciones de súplica, intersección, agradecimiento. En el texto de hoy David expresa profundo agradecimiento por la por la obra de la gracia de Dios y lo que él hizo para salvarlo, David dijo ¨Yo coloque toda mi esperanza en el Señor¨, esa es una expresión que denota ansiosa expectativa, la espera de David no fue pasiva, Jesús mismo enseño eso, el dijo pidan, busquen, toquen las puertas, eso está en Lucas capítulo 11, y David dice ¨él se inclinó ante mí, porque Dios no tiene vergüenza de ti porque hayas caído¨, inclinarse indica la figura paterna de Dios, que escucho el grito y el clamor de David, eso quiero decir que no hay lugar distante ni profundo en el cual estemos que Dios no pueda oír nuestras voces, y David dijo: ¨El me saco de un pozo, de un lodazal, de un pozo de destrucción de un charco de lodo¨, la idea es de alguien preso, atascado en el barro, sumergido en el lodo, que esta solito y la ayuda debe venir de afuera, de encima, si ahora nos sentimos en un pozo, viviendo un momento de crisis y de aflicción, quizá en el pozo del pecado, en el pozo de las dificultades financieras, en el pozo del desempleo, en el pozo del comportamiento difícil de los hijos, o cualquier pozo por difícil que sea, Dios puede sacarnos del abismo. El salmista dijo: ¨El Señor puso mis pies sobre una roca, y me estableció en un lugar seguro ¨, ese es un tremendo cambio, del fondo del pozo de loca para encima de la roca, del peligro para la seguridad, de las tinieblas para la luz, por más profundo que hayamos ido, ocurre una tremenda transformación cuando Dios nos encuentra, él nos rescata, nos levanta, nos lleva a la victoria, nos pone junto a él, él pone nuestros pies en un lugar seguro y afirma nuestros pasos, él puso un nuevo cantico en nuestras boca, alabado sea el Señor por eso, que Dios nos bendiga y mantengámonos firmes en su camino, tengamos fe y no decaigamos por nada, después del rescate de Dios viene el júbilo, la alegría, la sensación de libertad, una nueva experiencia y un nuevo cantico en el corazón.
OREMOS
Amado Padre, te alabamos porque tú eres maravilloso y te pedimos por todas aquellas personas que ahora mismo están sufriendo para que sean rescatadas por ti de cualquier pozo donde se encuentre y coloques sus pies sobre la roca, para que afirmes sus pasos y puedan mejorar, para darte la gloria a ti. Ayúdanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.