09 de Abril: No lloren

Lucas 7:11-12 ¨ Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he aquí que llevaban a enterrar a un difunto, hijo único de su madre, la cual era viuda; y había con ella mucha gente de la ciudad.¨

 

Amados, que la paz de Dios sea con todos. Es hermoso que podamos estar reunidos en este momento para alabar al Padre celestial, y, a su vez hacer caricias a nuestras almas, pues la palabra de Dios nos reconforta, permitiéndonos reconfortar a los demás para que sigan el camino de Jesús, y, llegar al Padre. Difundamos este material, y, llevemos la bendición al prójimo.

 

 

Este texto bíblico es interesante, nos habla inicialmente de dos multitudes, una de las multitudes estaba con Cristo llena de esperanza, y, otra multitud estaba dominada por la tristeza acompañando a una viuda en un funeral de su hijo, las dos multitudes se encontraron y Jesús al ver a aquella mujer llena de tristeza, el se sintió conmovido y le dijo ¨No llores¨, era difícil decirle eso a aquella mujer, pero llorar hace bien porque alivia quita un poco el dolor y el estrés, Jesús dijo: ¨No llores¨, no por lo que estaba ocurriendo, sino por lo que iba a ocurrir, porque Jesús iba a convertir aquella tristeza en alegría, Jesús sabía lo que iba a hacer, el toco la hurna, las personas que la estaban cargando se detuvieron, y, Jesús resucito a ese muchacho, le dijo: ¨Estimado, le ordeno que se levante¨, y, ese muchacho se levanto, y, Jesús se lo restituyo a su madre, y, esta escrito que todos glorificaban a Dios. El resto de la historia pademos observarlo en los versículos mencionados, sin embargo, lo interesante es que debemos estar en paz, debemos orar y buscar a Dios, para que el mueva su mano en nuestro favor, no es muy necesario estar tristes porque eso no destruye, lo mas adecuado es obrar para alcanzar la bendición, buscando a Dios, porque el tiene la última palabra, y, sin duda, va a ayudarnos, a hacernos sentir bien con sus acciones, y, seremos bendecidos a causa de ser siervos obedientes.

 

 

 

OREMOS:

 

Adorado Padre, así como tuviste una última palabra para ayudar a aquella viuda y resucitar a aquel muchacho, ayúdanos también para recuperar y fortalecer nuestras cualidades con el objetivo de que podamos alcanzar las metas en nuestras vidas, y, con ellas alabarte, y, reflejar su presencia en nuestros actos. Colabora con nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo.

 

Amén.

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