Salmos 15:1-3 ¨ Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo?, El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino.¨
Amados que la paz de Dios sea con todos, somos amados por Dios y eso una bendición, que puede llenarnos completamente. Todos los días son una oportunidad para brillar, qué nos otorga el Padre Celestial, en tal sentido, precisamos procurar iniciar el día, recibiendo la instrucción de nuestro Dios, es por eso que es necesario, reflexionar todo el tiempo en estos materiales, leer la Biblia, orar, cumplir los mandamientos, hacer la voluntad de Dios. Cuándo procedemos de un modo ajustado a las disposiciones de Dios, somos bendecidos. Difundamos este material, y, ayudemos de esta manera a todo nuestro prójimo.
El evangelio nos perdona y nos transforma, Jesucristo es el evangelio que nos transforma y nos perdona, hagamos de la práctica del Evangelio, una constante en nuestras vidas. Tengamos presente que: quienes andamos con Cristo, debemos actuar con integridad al actuar, y, al hablar. La pregunta es: ¿Quién va a vivir para siempre con el Señor?, y, la respuesta es: ¨Aquel que vive con integridad¨, que practica la justicia, y, de corazón habla la verdad, esto hace recordar al texto escrito en Proverbios 10:9 ¨ El que camina en integridad anda confiado; Mas el que pervierte sus caminos será quebrantado.¨, este versículo nos da un recordatorio que es bueno, tener presente a diario, que: quien anda en integridad anda seguro, pero quién pervierte sus caminos será quebrantado. Un día Dios va a revelar todas las cosas, las que sean buenas, y, las que sean malas, por esta razón el salmista busca darnos a entender que debemos cuidarnos con lo que decimos, para que no seamos mal hablados e inconsecuentes en nuestras palabras, sobre todo cuando nos referimos a los otros. Veamos que la crítica, da una falsa sensación de superioridad, quizá sea por eso que adoramos criticar a los otros, cuando criticamos la sensación que tenemos es la de que somos mejores que otros, nosotros acertamos mientras los otros fallan, nosotros dominamos un tema donde el otro falla, la critica da una falsa sensación de superioridad, pero los hijos de Dios no viven de esa manera, porque la critica es un acto vil, en el cual quien critica busca hacer que quien la escucha también critique, y, se le transmita un estado de inconformidad, pero los hijos genuinos de Dios, no critican, ellos respetan, tratan a los otros como quisieran ser tratados. Establece en este mismo sentido, el versículo: Santiago 1:26 ¨ Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.¨, que Dios nos ayude a refrenar nuestra lengua, porque aquellos que habitaran eternamente con el Señor, son personas que de corazón, hablan la verdad, y, no lanzan injuria, calumnia, mentira, contra su prójimo.
OREMOS:
Padre Amado, te pedimos ayuda para todos los que estamos orando ahora mismo, para que tengamos control sobre nuestras palabras, y que nuestras vidas sean un libro abierto, de corrección, de pureza, de integridad, de propósito, y, de actitudes. Clamamos a ti padre, el nombre de Jesucristo, nuestro Señor.
Amén