Romanos 12:10 ¨ Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a honra, prefiriéndoos los unos a los otros.¨
Padre nuestro, que tu gracia y tu paz nos alcance en todo momento, agradecidos estamos por este maravilloso día, la oportunidad especial de compartir tu palabra bendita siempre es valorada por nosotros, deseamos agradarte mediante alabanzas considerando este texto como símbolo para tu glorificación, instrumento con el cual se pretende contribuir a la evangelización de tu pueblo.
Amados, es gratificante notar el tipo de crecimiento que proporciona el conocimiento de la palabra de Dios y los resultados que produce la plena obediencia al mandato, en nuestras vidas y en las vidas de las personas que conviven con nosotros. Sin duda alguna este día será regido por el rey de reyes. El versículo de hoy nos indica, dos conceptos importantes, primero: Debemos amarnos con amor fraternal, lo cual significa que debemos tener empatía, simpatía, cuidado, aprecio, consideración con las personas que están a nuestro al rededor, así las conozcamos o no, tenemos que brindarles amor fraternal, entonces respetemos al individuo que tenga la actividad más simple en su trabajo, es decir, que tratemos con una sonrisa o un elogio, tanto al presidente de la organización como a la persona que realiza las labores de limpieza en el complejo, todos somos importantes dentro de la función de la institución y el desarrollo de la tarea principal, no sirve de nada tener un doctorado y dejar de saludar al mensajero de la organización, tomemos en cuenta que es necesario tener esa empatía. El segundo aspecto es: Siempre enaltezcamos más a los otros, que a nosotros mismos, esto es un principio de vida, además de eso deberíamos evitar enaltecernos, pues se vería mal hacerlo, mejor enaltezcamos a otros, elogiemos más, critiquemos menos, animemos a las personas felicitándoles, reconociendo sus labores, indicándoles que tienen una linda sonrisa, y cosas por el estilo, la idea es que enaltezcamos a las personas delante de los otros. Sigamos estos consejos bíblicas y jamás erraremos, más bien obtendremos una poderosa herramienta para llenar de color nuestras interacciones sociales, mostrando en parte el reflejo del amor de Dios que habita en nuestras vidas.
OREMOS:
Padre adorado, tu conoces todo sobre nosotros, perdona nuestros pecados y ofensas, calma aquellas pasiones que nos alteran, permítenos orar continuamente actuando según tus mandatos, para recibir todo aquello que nos prometes y esperamos, aconséjanos para que nos direcciones siempre al camino correcto y lleno de bendiciones. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen