2 Reyes 20:5 ¨Vuelve, y di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, y he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová.¨
Amados que la paz de Dios sea con todos, somos amados por Dios y eso una bendición, que puede llenarnos completamente. Que delicia que podemos compartir el conocimiento bíblico de una manera especial, así podemos crecer espiritualmente y ayudar a nuestro prójimo con nuestro buen ejemplo, y, direccionarlos a una mejor vida, en el camino de la salvación, para alcanzar la vida eterna, Continuemos avanzando, y, obedeciendo la voluntad de Dios. Compartamos este material.
Estas palabras contenidas en el texto bíblico, que inicia este material, fueron dichas por Dios al profeta Isaías, y, el debería dar ese recado de Dios, al rey Ezequías, la cuestión es que el rey había contraído una enfermedad grave, el profeta Isaías fue a visitarlo al palacio, pero el mensaje de Isaías, no fue nada bueno para el rey, el profeta le dijo al rey ¨Pon en orden tu casa, porque morirás, tu no escaparas¨, y, en eso Ezequías quedo aflicto y angustiado, lloro mucho, y, el oró a Dios, y, pidió misericordia, el no quería morir, y, lloro amargamente, entonces el Señor tuvo compasión, y, dijo ¨Isaías regresa al palacio y dile estas palabras al rey Ezequías¨ y. le dijo las palabras que están en el versículo que encabeza este material, y, Dios lo curo, este rey vivio 15 años, vale la pena destacar esta frase ¨oí tu oración, y, vi tus lagrimas¨, Dios no promete cura y sanación para sus hijos el tiempo todo y en todas las circunstancias, pero el está actuando para nuestra felicidad eterna, Dios siempre oye nuestras oraciones y ve nuestras lagrimas. Alabado sea el Señor, el no es indiferente, al clamor de ninguno de sus hijos, no existe ninguna lagrima que pueda escapar de nuestros ojos, sin que atraiga el interés del Señor, a él sea la alabanza y la gloria. Hay que resaltar también las palabras de David, en el Salmos 56:8 ¨ Mis huidas tú has contado; Pon mis lágrimas en tu redoma; ¿No están ellas en tu libro?¨, es como si David dijera, yo se que cuando estaba en aflicciones, estabas conmigo Padre, tu oías mis oraciones, y, veías mis lagrimas, la idea de que Dios contase cada uno de los pasos, y, percibiera cada una de las lagrimas de David, es una forma de declarar, el cuidado de Dios en sus aflicciones, alabado sea el Señor. Creamos que en los momentos difíciles por los cuales ya pasamos, y, que estamos sujetos a pasar, nuestro Dios estará con nosotros, todo lo que Dios quiere es que lo busquemos con sinceridad, en todo tiempo, el necesita que nuestra voluntad sea estar con él, porque el siempre está con nosotros.
OREMOS:
Padre Amado, siempre has estado con nosotros en todo momento, gracias por eso, nosotros queremos seguir obedeciendo a tus mandatos, y, hacer tu voluntad. Contribuye con nosotros siempre. Son las peticiones que hoy te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén