Deuteronomio 7:9 ¨ Reconoce, pues, que el Señor tu Dios es Dios, el Dios fiel, que guarda su pacto y su misericordia hasta mil generaciones con aquellos que le aman y guardan sus mandamientos;¨
Amados, que Dios siempre otorgue Paz a todos, mantengamos la alegría y la bendición del gozo. Eso debe impulsarnos a seguir avanzando, muchas veces sentimos ganas de desistir, pero Dios con sus palabras nos reanima, nos vivifica, nos capacita para seguir perseverando. A veces, aunque el enemigo nos ataca con pensamientos errados, para sacarnos del camino, mantengámonos obedientes a Dios, y, vamos a vencer. Distribuyamos este material, porque otorga una linda emoción a quien lo aprovecha.
Dios es fiel, muchos versículos de la biblia lo describen, y, muchas veces en nuestras vidas hemos percibido la fidelidad de un Dios que siempre está con nosotros, en todo tiempo, cuando estamos ante alguna adversidad, y, luego cuando la superamos, cuando podemos ver que obtenemos un gran logro de manera sorpresiva, o, cuando somos capacitados en las más diversas áreas, toda la biblia desde génesis hasta apocalipsis, nos presenta el mensaje de que Dios es fiel, de que estando con él, seremos bendecidos, esta afirmación está escrita muchas veces, para abrirnos los ojos a la verdad, de que es conveniente seguir a Jesús para llegar a Dios. Nuestro Dios cumple sus promesas, es bueno saber eso, pero Dios espera reciprocidad, Dios espera que seamos fieles a él, y, cumplamos su voluntad, para agradarle, y, dar buen ejemplo, pero también para que tengamos un mejor estilo de vida, porque cuando tomamos la decisión de cumplir la voluntad de Dios, simplemente, rechazamos al mal, y, eso es bueno, pues nos permite mantener el enfoque en las cosas correctas, como practicar la voluntad de Dios, ello es algo que muchos dicen que van a hacer, y, hasta se comprometen a hacer, pero pocos son los que lo cumplen realmente, en este sentido, vamos a poner las manos a la obra para poder hacer la voluntad de Dios, estrictamente, de la manera en que el lo desea.
Oremos:
Amado Padre, fortalécenos para practicar tu voluntad y ejercer el ministerio que nos has asignado, tu nos has capacitado, y, nos acompañas, permite que se abran las puertas para que podamos desarrollar nuestra función. Contribuye con nosotros. Así pedimos, en nombre de Jesús.
Amen.