Levítico 13:45-46 ¨ Y el leproso en quien hubiere llaga llevará vestidos rasgados y su cabeza descubierta, y embozado pregonará: ¡Inmundo! ¡Inmundo! Todo el tiempo que la llaga estuviere en él, será inmundo; estará impuro, y habitará solo; fuera del campamento será su morada.¨
Amados, si el pecado toca a nuestras puertas, de forma intempestiva, precisamos mirar hacia otro lado. Hacernos los desentendidos. Porque el enemigo, busca destruirnos llevándonos a pecar, y, al conseguirlo, lo celebrará porque habrá desviado a muchas almas, del camino de salvación. Tengamos cuidado, apeguémonos a Dios, y, compartamos con el prójimo las bendiciones que nos otorga Dios. Una de esas bendiciones, son este tipo de meditaciones, que direccionan nuestras vidas, en función, a dar cumplimiento a la voluntad de Dios, vamos a compartir este material con el prójimo, aceptemos esta invitación a compartir.
En los tiempos del antiguo testamento, cuando una persona contagiara de lepra, ella debería tener ese procedimiento, indicado en el texto bíblico, pues la lepra era considerada algo incurable, cuando alguien recibía un diagnóstico de lepra era como recibir una sentencia de muerte, en vida, ya que el leproso era visto como un muerto vivo, era solo una cuestión de tiempo, y está escrito que el debería rasgar sus propias ropas, su cabeza descubierta, imaginemos esto, ropa destruida y cabello descubierto, además de que con la mano, el debería cubrirse la boca, y, cuando alguien se acercara a él, él debería gritar ¡Inmundo!, ¡Inmundo!, ¡Inmundo!. Hablando de sí mismo, será impuro, mientras la plaga este en él, y, además de todo el leproso debía vivir solo, apartado de la sociedad, el seria rechazado, vivía lejos de la familia y amigos, porque su presencia era considerada contaminadora, él debía abandonar y ser abandonado, claro, esto es para hacer una conexión entre la lepra que es una enfermedad física, y, la peor de todas las lepras, que es la enfermedad moral y espiritual, la enfermedad del pecado, la biblia dice que el pecado nos aparta de Dios, y, acaba separándonos los unos de los otros, aquel que vive en pecado así cometa el pecado en compañía de muchas personas, en lo íntimo del alma se siente solo, porque está contaminado por el mal del pecado, pero alabado sea el Señor porque ese no es el fin, porque existe cura para esa lepra moral, espiritual, escrito está en 1 Juan 1:9 ¨Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.¨, mucho peor que la lepra en el sentido de la enfermedad física, es la lepra moral y espiritual del pecado, pero Dios tiene solución para esa enfermedad, y, la solución de Dios es grandiosa, si confesáramos nuestros pecados nuestro Señor es fiel y justo, para perdonarnos, y, purificar nuestras almas de toda injusticia, maldad.
OREMOS
Padre amado, purifícanos sobre todo en estos tiempos de tanta suciedad, donde el pecado es algo cotidiano, cercanos de tu protección celestial, y, permítenos sobreponernos a todas las tentaciones que se nos presenten, porque necesitamos contar con tu favor, y, hacer tu voluntad cada día, para darte gloria con nuestros actos. Colabora con nosotros. Son las peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.