06 de Septiembre: Justificados por Jesus

Isaías 1:18  ¨ Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. ¨

 

Amados, que Dios alcance nuestros corazones en este momento y que la buena obra que inició en nuestras vidas pueda ser completada. Es un placer saber que las cada día bendiciones del cielo están derramándose sobre nosotros por motivo de la obediencia a los mandatos bíblicos y a la voluntad de Dios, perseveremos en el contacto diario con la escritura bíblica, compartiendo el mensaje y demostrando con hechos que la presencia de Dios está en nuestras vidas.

 

Aunque muchas veces estemos llenos de pecados, desde la planta del pie hasta la cabeza no existe nada sano en nosotros, somos cargados de pecado pero Jesucristo nos dice ¨Miren aunque ustedes estén llenos de pecado podemos estar tranquilos porque el va a librarnos y a purificarnos, esa es una obra divina, no es una obra humana, porque nosotros no conseguimos limpiarnos de nuestros propios errores, de nuestros propios pecados, si Jesús no viene a limpiarnos y purificarnos con su sangre estamos realmente perdidos¨, por eso es necesario saber que si nos sentimos los peores pecadores, nosotros que prometimos dejar de pecar pero no lo conseguimos, nosotros que nos sentimos sucios, nosotros que llevamos una doble vida y que nos sentimos hipócritas, debemos tener en cuenta, el Señor Jesús puede purificarnos de toda y cualquier impureza, el puede y quiere hacer eso, pero requerimos dejar que Jesús haga la operación de lavado en nuestra alma, para que podamos ser puros como Jesucristo es, entonces clamemos a Jesús todos los días para que cuide nuestros corazones, Jesús cambia nuestros propósitos personales, aparta las tentaciones de nuestra alma, ayudanos a vencer el mal en cada instante, vamos a clamar a Jesus para que nuestros pecados sean perdonados, y tengamos una nueva vida en Jesus.

 

 

OREMOS:

 

Padre de Amor, colocamos nuestras vidas en tus manos para que haya pureza en nuestros pensamientos y acciones, quédate con nosotros siempre. Son las peticiones que, en nombre de Jesucristo, tu hijo hacemos en nombre de quien todo lo concedes.

 

Amen.

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