Génesis 50:19-20 “Y les respondió José: No temáis; ¿acaso estoy yo en lugar de Dios? “ – “Vosotros pensasteis mal contra mí, mas Dios lo encaminó a bien, para hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida a mucho pueblo. “
Amados, que la bendición siempre esté presente en nuestras vidas y que seamos cumplidos con todos los mandatos de Dios. Feliz Día, es positivo estar reunidos este nuevo día junto a la Biblia para reflexionar sobre el mensaje esperanzador que un Padre amoroso da para sus hijos, siempre serán valorados por el TODOPODEROSO estos momentos que tomamos no solo para reflexionar sobre la palabra, sino también compartirla, porque de este modo cumplimos el mandato de amor al prójimo, llevando almas a los caminos de Jesús.
Llegamos hoy a una nueva etapa de conclusión del personaje de la biblia al cual estamos estudiando en estos días, donde vemos una diversidad de sentimientos, para unos gratitud, para otros angustia, para otros sufrimiento, nosotros hoy podemos estar de cualquier manera pero Dios esta siempre con nosotros. En esta semana hablamos un poco de José. Vimos en una de las reflexiones que los hermanos de José después de la muerte del Padre quedaron preocupados, de que el hermano tomara venganza, por eso se dirigieron a José para decirle sobre como el Padre había pedido antes de morir que ellos fuesen perdonados, la biblia dice que José lloro al oír eso, quizá lágrimas de lamentación porque en realidad los hermanos no se habían libertado enteramente del pasado, nosotros percibimos esto en la historia, pero la respuesta de José, revela otro sentimiento, si alguien tenía razones para ser prisionero del pasado, ese era José pero el texto es claro, José le dijo a sus hermanos ¨ Ustedes intentaron el mal contra mí, pero Dios convirtió ese mal en bien ¨ entonces José con estas palabras les da a entender a sus hermanos que Dios lo liberto por eso él no consigue preservar rencor dentro de mí, él no podía tener odio contra ellos, quizá pudiera haber alguien que tuviera razones suficientes para guardar rencor de alguien, quizá nuestro dolor sea legítimo, pero no olvidemos que la acción de Dios mediante el Espíritu Santo, puede liberarnos, y transformar el mal que sufrimos en bien para la vida de otras personas, que están a nuestro alrededor, así si nosotros queremos liberarnos de ese sentimiento de rencor, vamos a colocarlo en las manos de Dios, asi que abramos nuestros corazones a él y permitamos que el libre nuestro sentimiento, en ese sentido el perdón es terapéutico y cuando extendemos el perdón para otros, nosotros somos beneficiados y curados, pidamos a Dios esa gracia en nuestra vida.
OREMOS:
Padre querido, concédenos el perdón por todas nuestras fallas, ayúdanos a perdonar a otros por las cosas que nos hayan hecho, no permita que ningún sentimiento de rencor se guarde en nosotros, otórganos la gracia de vivir felices, practicando tu voluntad Ayúdanos siempre. Es nuestra oración hoy, que hacemos en nombre de Jesucristo tu hijo, en nombre de quien todo lo concedes.
Amen.