Deuteronomio 6:6-9 ¨ Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.¨
Amados, que el Señor haga resplandecer su rostro sobre nosotros, y, tenga misericordia, que la paz nos sea dada, marchemos por la vida en la dirección que Dios nos oriente, hagámoslo sin desesperación, porque Dios promete acompañarnos siempre. Continuemos cumpliendo con su voluntad, compartamos este material para bendecir a nuestro prójimo
Este texto, contiene una orientación de Dios para su pueblo en el pasado, pero tiene relevancia para los hijos de Dios también en este tiempo, Dios cuando expresaba estas palabras hablaba de la importancia de amarlo sobre todas las cosas, y, guardáramos sus mandamientos, las palabras que Dios nos dice primero necesitan estar en nuestro corazón, en nuestra mente, para que con ellas podamos educar a nuestros hijos, en tal sentido, los padres y madres, d eben prestar especial atención a esto, de que primero debemos amarlo y obedecerlo, eso debe estar en nuestros corazones, y, desde ese momento tendremos la misión de colocar esas palabras, ese mensaje, ese estilo de vida, esas convicciones en la mente y corazón de nuestros hijos también, en otras palabras Dios nos dice que debemos seguirlo, y, llevar a nuestros hijos a seguirlo, es requerido que aprovechemos todas las oportunidades que tuviéramos, para llevar a nuestros hijo en la dirección de Dios, para llevar a nuestros hijos a conocer a Dios, y, esa enseñanza de los padres hacia los hijos debe ser una enseñanza clara, continua, nuestros hogares deben ser la primera y principal escuela de nuestros hijos, la primera y principal educación es recibida en casa, en la convivencia con los padres, es verdad que la iglesia, y, la escuela, contribuyen en ese sentido, pero recordemos que el primer lugar donde nuestros hijos deben ser educados, es en el hogar, los padres que actúan de ese modo están construyendo la casa sobre la roca, sobre la palabra de Dios, sobre el propio Dios, y, lo que Jesús prometió, debemos recordarlo: ¨Casa construida sobre la roca, no cae¨, así vengan inundaciones, y, vendavales. Dios promete que si colocamos su palabra en nuestros corazones, y, llevamos esta palabra al corazón de nuestros hijos, tendremos una familia bendecida, una familia feliz. Dios nos bendiga. Quizá la misión, sea complicada, pero Dios capacita a quienes son humildes, y, quienes perseveran en hacer la voluntad de él.
OREMOS
Padre amado, en esta hora te pedimos por tu bondad, y, bendice a quienes estamos haciendo esta oración, bendice a nuestros hijos, también capacítanos para hacer tu voluntad y dar un correcto ejemplo al prójimo. Son las peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amen.