Juan 8:11 ¨ Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más.¨
Padre Adorado, edifica nuestra fe, pues por la fe en tu hijo Jesús, llegaremos a ti. Extiende tu bendición sobre este material para que sirva de semilla que contribuya a transformarse en planta dadora de frutos, cautivando los corazones de las personas que hoy nos nutrimos de tu enseñanza.
Amados, que la paz del Señor esté con todos y seamos siempre bendecidos. Nosotros estando con Dios somos capaces de muchas cosas, no sintamos presiones o angustias de ninguna clase, porque tenemos buenas herramientas para desarrollarnos en la vida, unna de ellas y la más importante es nuestra fe, ella nos hará alcanzar resultados sorprendentes para alabar a nuestro Padre. Jesus no condena, el apoya y perdona, Jesus en lugar de condenarnos nos abraza para perdonar nuestras fallas y nos otorga nuevas oportunidades, pero luego nos indica que no debemos volver a la tierra del pecado, debido a que en ese lugar tendremos muchas carencias, posiblemente muchos daños y eso nos hará caer en un abismo grande, Jesus quiere que seamos felices y nos quedemos con el, siguiendo la andanza por el camino de salvación, porque si estamos cerca él nos proteje, nos cuida, nos bendice maravillosamente. Nuestro Salvador esta para amarnos y no para apuntarnos, señalarnos o condenarnos, él quiere que seamos felices, por esta razón siempre esta dispuesto a abrazarnos y a abrazar a todo aquel que decida entregarle su vida, construyendo una realidad sobre los principios del cristianismo. El enemigo plantea espejismos para alejarnos del camino de salvación, su negocio es sacarnos de la andanza en santidad, nosotros podemos impedir que el enemigo nos arrastre, vamos a apegarnos a Jesus, sigamos la palabra de Dios. Todo saldrá bien.
OREMOS:
Padre de amor, ayúdanos a permanecer siempre siguiendo el camino de Jesus, obedeciendo el mandato para cumplir tu voluntad y ser siervos agradables a ti. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen