Judas 1:9 “ Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo y disputaba acerca del cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda.”
Amados, que el Señor nos bendiga y su paz este con todos. La biblia es un libro que cerrado se parece a cualquier otro libro, pero cuando lo abrimos podemos escuchar la voz de Dios en sus sabios consejos para otorgarnos una vida mejor, es importante por esto ser constantes en la reflexión y estudio de esta palabra, también en compartir este tipo de materiales para hacer crecer la cadena de bendiciones.
¿Cuáles son los motivos o causas de una guerra?, cierto que son conflictos, disputas, para el nazismo fue la purificación de la raza alemana, para el fascismo era establecer un modelo de gobierno autocrático y dictatorial, en el texto de hoy nosotros encontramos aquí una pelea, una situación de contienda, Miguel versus el diablo, siendo que el objeto del embate era el cuerpo de Moisés, ¿Por qué Miguel y el diablo estaban disputando el cuerpo de Moisés?, ¿Qué significa eso?, hay muchos que comprenden que esa disputa giraba en torno al entierro de Moisés, sin embargo en la información contenida en el libro de Deuteronomio se revela que en el momento del sepultamiento de Moisés no hubo disputa o contienda, algunos comentaristas como Antonio Clark sostienen que la disputa allí, giraba en torno al tema legal del poder del Diablo sobre Moisés, versus la autoridad de la gracia de Dios, por tanto era una lucha judicial, para el diablo no era justo que Moisés fuera resucitado, al final este había pecado y el salario de pecado es la muerte, y si Moisés había muerto, ello significaba que legalmente pertenecía al diablo, todavía Miguel quien en la biblia es Cristo, era mayor que el diablo y no se importaba con sus provocaciones. Dios por medio de Cristo disputa con el diablo por nosotros, no solo eso, sino que también lo reprende, por el hecho de ser pecadores el enemigo se siente con el derecho de reclamarnos como de su propiedad, pero Cristo a través de su sacrificio muestra que él nos rescató de vuelta, ni la muerte puede separarnos de nuestro Señor Jesús, y en el momento oportuno nos va a resucitar si pasaremos por la muerte.
OREMOS:
Padre de amor, gracias por la libertad que en Cristo recibimos, y por el derecho a la vida eterna, danos tu bendición y acompáñanos siempre. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen