Romanos 3:22-24 “la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, “
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Dios nos bendecirá, tengamos fe en eso, practiquemos la voluntad de Dios, el va a percibir nuestra acción. Por tal motivo, continuemos haciendo lo que nos corresponde en la obra de Dios, seremos bendecidos con certeza, mientras tanto, compartamos este material con nuestro prójimo, brindándoles un buen ejemplo.
En el contexto humano, la justicia se basa en meritos y puniciones, quien comete un crimen debe pagar por el error, y, quien hace el bien espera ser recompensado. Pero en la perspectiva divina, la justificación, tiene un significado más amplio, vamos a aprender sobre ese tema, a lo largo de este escrito. N este texto, Pablo nos enseña que justificación, no es un merito alcanzado, sino un presente concedido, Dios declara justo, a aquel que cree en Jesús, no por algo que el allá hecho, sino por causa de la gracia divina, es por lo que Cristo hizo por nosotros, siendo nosotros pecadores, carecemos de la gloria de Dios, y, así por los meritos de Jesús, es que somos justificados gratuitamente, en el mundo greco romano, la justicia estaba asociada al cumplimiento de las leyes, y, a la retribución proporcional, mientras tanto Pablo presenta una nueva realidad, la justificación no viene por la obediencia a la ley, pero si por la fe en Cristo, ese concepto era revolucionario, desafiaba la creencia de que las obras, de la ley eran suficientes para garantizar la salvación, la palabra salvación en el original griego, tiene el sentido de ser declarado justo, no de tornarse justo por meritos propios, eso quiere decir que nuestra aceptación delante de Dios, no depende de lo que hacemos, sino de lo que Cristo hizo por nosotros, ese concepto se alinea a lo que Pablo reafirma, en la carta a los Gálatas 2:16 ¨ sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, nosotros también hemos creído en Jesucristo, para ser justificados por la fe de Cristo y no por las obras de la ley, por cuanto por las obras de la ley nadie será justificado.¨, el apóstol deja claro que no somos justificados por guardar la ley de Dios, eso no significa que la obediencia a la ley sea irrelevante, pero, indicar que: no es el papel de ella salvarnos, ella no puede salvarnos, somos llamados a vivir de manera que glorifique a Dios, la verdadera justificación, genera transformación, quien fue alcanzado por la gracia, no permanece siendo el mismo, el amor de Cristo, motiva a una vida de obediencia, no para ser salvo, sino porque ya fue salvo en Cristo, delante de esas preciosas verdades, requerimos tener inmensa gratitud por el presente de la justificación por la fe, y, que ese agradecimiento nos motive a vivir para el. Dios nos bendiga a todos, y, permanezcamos firmes en Jesucristo, porque es por la gracia de Cristo, que somos salvos.
OREMOS:
Padre Amado, te alabamos por tu palabra esclarecedora, por saber que buenas obras no salvan a nadie, pero se convierten en resultado, consecuencia, de estar verdaderamente salvos en Jesucristo, bendícenos por la fe que salva, y, transfórmanos por la gracia que nos santifica,. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen