Salmos 22:3¨ Pero tú eres santo, Tú que habitas entre las alabanzas de Israel.¨
Amados, ¡que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo sean con todos vosotros! Él nos envuelve en su amoroso abrazo ahora mismo, fortaleciéndonos con esta dulce y poderosa palabra. Alabemos a Dios por todas las maravillas que hace por nosotros, renovándonos cada día mediante el Espíritu Santo y proveyendo todo lo que necesitamos para vivir una vida abundante. Sigamos Su voluntad y compartamos Su amor con todos. Repliquemos este mensaje en todo lugar.
Como destellos de bendición, se producen al interactuar con esta palabra, hoy día, muchos seres están carentes de amor, y, de alguna manera este material, llena de manera suficiente, esas carencias, amemos la práctica del estudio y reflexión bíblica. Además esta actividad, es una especie de alabanza, en tal sentido, la alabanza es una poderosa herramienta que nos aproxima a Dios, y, cambia nuestra perspectiva, incluso en las circunstancias más difíciles. Este verso, que encabeza el material, nos revela una verdad profunda, es que cuando alabamos creamos un lugar para Dios, para que Dios actué y se manifieste entre nosotros, la alabanza es como encender una vela en la oscuridad, cada acto de alabanza y Adoración, ilumina nuestro ambiente, disipando las sombras de las dudas, el miedo y el desespero, la alabanza cambia al ambiente, influencia nuestro corazón, y, el corazón de quienes nos rodean, y, nos prepara para recibir la presencia y la bendición de Dios, además de ser una expresión de gratitud, la alabanza es un acto de fe, que refuerza nuestra confianza en Dios, especialmente en tiempos de adversidad, al alabar a Dios afirmamos su soberanía y poder en nuestras vidas, recordándonos de que no estamos solos en la batalla, esa práctica además de conectarnos con Dios, fortalece nuestro espíritu equipándonos para enfrentar los desafíos de la vida, mediante la alabanza declaramos que a pesar de las circunstancias, nuestra fe no está condicionada, no está presa a las circunstancias, por lo que vemos o sentimos, pero se basa en la fidelidad en Dios, ese acto de fe, nos prepara para recibir las respuestas y bendiciones, que Dios tiene preparadas, cultivando un terreno fértil para los milagros y bendiciones en nuestras vidas, redescubramos el poder de la alabanza en nuestras vidas, la palabra de hoy nos incentiva a esto, sea en la iglesia, sea en la casa, sea en nuestros corazones, durante los tiempos de soledad, cada acto de Adoración es un paso a una mayor intimidad con Dios, y, una fortaleza espiritual renovada, es encantador notar que persona en tiempos difíciles, logran alabar a Dios, como Job, esa fue una experiencia tremenda, que al principio fue dura, pero después fue una bendición multiplicada. Así como Job alabo a Dios en medio de la dificultad, alabemos continuamente y recibamos la bendición multiplicada.
OREMOS
Adorado Padre Celestial, alabado sea tu nombre por tu bondad y misericordia, como lo fuiste con Job, quien a pesar de las dificultades, no dudo en alabarte y agradecerte. Que así sea nuestra actitud en tiempos difíciles, confiando en que tienes una bendición multiplicada para nosotros porque te alabamos. Contribuye con nosotros. Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo.
Amén.