2 Samuel 9:6-7 ¨ Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.¨
Amados, que la Paz del Señor sea con todos. Es un placer estar aquí reunidos, siendo llenados por el Espíritu Santo, sin embargo, hay que estar alertas, porque estamos presentes siempre, en una batalla continua entre el bien, y, el mal, cuando nosotros nos descuidamos un segundo, el enemigo busca atacarnos, a través de nuestros pensamientos, nos hace pensar cosas negativas, nos lleva a que nos creamos insuficientes, sin embargo, no podemos caer en esas trampas. Porque, si caemos estamos contrariando a Dios, pues sí nosotros obedecemos a su voluntad, él siempre encontrará una manera: de hacernos triunfar, de llevarnos a la bendición, de socorrernos en cualquier caso, entonces, ante un pensamiento negativo, simplemente vamos a ignorarlo, vamos a sustituirlo, por pensamientos enfocados en la promesa. Así tendremos mejores pensamientos que nos conduzcan a realizar acciones buenas, y, a bendecir la vida de su prójimo. Compartamos este mensaje, para que todos seamos beneficiados.
Este texto bíblico es interesante, tiene que ver con la linda historia de Mefiboset, quien por eventos del pasado, quedo lisiado, y, fue relegado a vivir el Lodebar un lugar de tristeza y dolor, pero que cierto día el Rey David, lo mando a llamar, y, una comitiva real fue a buscarlo a aquel lugar, ya que el no podía moverse, al final, lo llevaron a ver al Rey David, y, cuando el Rey David, lo miro, lo saludo, y le informo que le restituiría las tierras que pertenecieron a su familia, y, que desde ese día, iba a tener un lugar para comer en la mesa del Rey. David por aquellos años, se acordó de la promesa que había hecho con Jonathan, y le pregunto a uno de sus sirvientes que había trabajado con el Rey Saúl, quien era abuelo de Mefiboset, y padre de Jonathan, que si aún quedaba alguien vivo de esa familia y, aquel sirviente, le hablo de Mefiboset, y, en ese momento fue que se hizo lo necesario para rescatarlo. Esta historia magnifica tiene muchas enseñanzas, pero la mas interesante, en este momento, para lo que vamos a predicar hoy, es que Dios nunca deja olvidados a sus hijos, el en algún momento va a bendecirlos, por tanto precisamos continuar siendo fieles al Padre Celestial, en todo caso, porque el nos va a colocar en el lugar donde merecemos estar en el momento adecuado, el va a bendecirnos, claro que si, solo precisamos seguir obedeciendo a la voluntad de Dios, sin dejarnos llevar por pensamientos negativos, solo mantenernos tranquilos confiando porque Dios tiene algo bueno preparado para nosotros, en tal sentido, vamos a cumplir lka misión que nos ha sido encomendada por Dios, y, alabemos sin cesar su nombre, dando buen testimonio con nuestros actos.
OREMOS
Padre Querido, ayúdanos a seguir siendo fieles y a cumplir tu voluntad en todo caso, no nos dejes caer en malos pensamientos que nos desvíen, y, permítenos mostrar buen ejemplo al prójimo con nuestras acciones. Ayúdanos siempre. Son peticiones que te hacemos en nombre de Jesucristo.
Amén