Gálatas 2:20 “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.“
Amados, que la Paz de Dios sea con todos. Un magnífico regalo, es la palabra de Dios, como una capsula que nos motiva, que nos hace mejores individuos, al atender, y, practicar sus instrucciones. Precisamos cooperar en su obra, y, llevar este mensaje a todo nuestro prójimo, mediante redes sociales, y, otros medios, pero, estar atentos a brindar el buen ejemplo, que motive a todos nuestros semejantes a seguir el camino de la Salvación, que es Jesús, solo mediante el, llegaremos al Padre Celestial.
Un excelente grupo musical del genero Evangélico Brasileiro, ha escrito una canción titulada ¨Eu nao sou mas eu¨, el titulo traducido al español, es ¨Yo no soy más yo¨, esta canción se refiere a la transformación tremenda que Dios puede hacer en nuestras vidas, una de las estrofas, traducida al español, dice: ¨Yo no soy más yo, Cristo vive en mi¨, estas palabras denotan un compromiso profundo, y, que nuestra identidad está ahora en Cristo, pero: ¿Podríamos hacer esa declaración nosotros?. Pablo hizo esa declaración, o, hace esa declaración, en el versículo que encabeza este material. En este verso, el apóstol Pablo, afirma que su vida estaba completa, transformada desde que el encontró a Jesús, ¨Ya no soy yo quien vive, Cristo vive en mi.¨, esas palabras del apóstol muestran que el abandono su antiguo yo, o, su voluntad anterior, se convirtió, y, permitió que Jesús habitase en su corazón. En el original griego, esa palabra traducida por vivir, ¨Ya no soy yo, mas quien vive¨, indica una nueva existencia, totalmente remodelada, por la presencia de Cristo. Esa experiencia de renovación, es la verdadera esencia del evangelio. Un interesante pensamiento, de la escritora estadounidense Ellen White, destaca que la renovación del corazón, es un cambio por el cual, Cristo vive en el creyente, y, el creyente vive por Cristo. La entrega total a Cristo, no es solo teórica, pero es visible en la manera sobre como nosotros vivimos. Pablo refuerza ese mensaje, en el versículo 1 Corintios 6:20 ¨Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.¨, cuidémonos mucho, porque nuestra redención tuvo un alto costo, la sangre de Cristo. La palabra ¨Comprados¨, era utilizada e n el comercio de esclavos, indicando que somos rescatados, de nuestra antigua vida, pero ese rescate exige una respuesta, un vivir que honre a Dios. Muchas veces, necesitamos morir para nuestro propio yo, ósea, para nuestra propia voluntad corrompida, eso significa abandonar el orgullo, el egoísmo, la vanidad, nuestros cuerpos, y, nuestras vidas, deben reflejar, la transformación operada por el Espíritu Santo, ¿ Que vemos cuando nos miramos en el espejo?. Nuestro desafío como cristianos, es no mirarnos a nosotros mismos, pero ver a Jesús en nosotros. No basta saber que Jesús se entrego por nosotros, requerimos entregarnos a él. El mundo nos enseña, que debemos vivir para nuestro propio Yo, pero Cristo nos llama a crucificar ese Yo corrompido, esa voluntad marcada por el pecado, ¿Será que podemos decir confiadamente ¨Cristo vive en mi¨?. Que desde hoy, permitamos que Cristo entre en nuestras vidas, y, cambie completamente nuestro ser. Alabado sea Dios, el es maravilloso.
OREMOS:
Padre Amado, bendito sea tu nombre, en tus manos nos colocamos, y, te pedimos que habites en nosotros Señor, que nuestra voluntad corrompida por el mundo, denominada ¨Yo¨, se muera, y, que la voluntad del Señor prevalezca, en nosotros. Peticiones que hacemos en nombre de Jesucristo, tu hijo en nombre de quien todo lo concedes.
Amen