Lucas 14: 13-14 ¨ –Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos.¨
Amados, la paz del Señor sea con todos. El amor al prójimo, es un acto imprescindible en la vida del cristiano, precisamos ayudar a otros, bendecirlos con parte de las bendiciones que hemos recibido. Muchas veces, ciertos personajes andan perdidos, y, si les señalamos la dirección del camino de la salvación, los estamos ayudando a prosperar de esta manera tan elegante. Compartamos este mensaje, y, ayudemos a más personas a transitar el buen camino.
Esta grandiosa orientación la dio nuestro señor Jesucristo, palabras más palabras menos, en este texto bíblico, El señor quiere decirnos que: si somos sus verdaderos discípulos dejamos dar una mirada a los necesitados, rescatarlos, proveerlos, cuidarlos, cuando le hacemos el bien a alguien que no tiene con qué pagarnos, Dios nos recompensará, la bondad no es darle algo a alguien, qué sabemos que nos va a recompensar, en este texto la bondad es lo contrario, dar a alguien sabemos que no nos puede pagar, que no nos puede dar nada. Jesús promete que quien obra de esa manera indicada, tendrá su recompensa. Existe un versículo en el libro de Proverbios 19:17, el cual expresa: ¨A Jehová presta el que da al pobre, Y el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar.¨, cuando hacemos algo en favor de alguien, y esta persona nos dice ¨Dios te pague¨, expresión que se utilizaba antiguamente, quiere decir que la persona quedó tan agradable del favor que le hicimos, que ruega a Dios que considere nuestras acciones en favor de ella. Esto es bueno, porque es como una carta de recomendación, el señor se agrada al oír estas cosas, el señor es sensible, él se agrada al oír estas cosas. Lo que Dios promete, Dios lo cumple y nuestra recompensa vendrá, con bendiciones será nuestro pago. Somos bendecidos para bendecir, ayudemos a nuestro prójimo Esa es la orden que debemos seguir.
OREMOS:
Amado Padre, gracias por esta hermosa enseñanza que nos has traído hoy, bendícenos para bendecir a nuestro prójimo, permite que podamos ayudar a más personas cada vez, fortalecemos para llevar a cabo tu obra. Contribuye con nosotros. Son las peticiones que hacemos, en nombre de Jesucristo.
Amen